Por : Haroldo Dilla Alfonso.
El reciente derrumbe de un edificio en Centro Habana es una triste
noticia que nos habla de muertos, heridos y damnificados. Trágicos
perdedores de la actualización.
Pero la noticia no es una sorpresa.
La sorpresa es que no pase con mayor frecuencia.
En
realidad si esto no ocurre todos los días en la capital cubana es
porque nuestros arquitectos e ingenieros nos legaron un parque
inmobiliario sólido, a prueba de los años y las muchedumbres. Y porque
nuestros compatriotas, en sus muchas prácticas de sobrevivencia que
algún día habrá que historiar, han ingeniado las mil y una maneras de
apuntalar esos edificios agrietados, y seguirlos habitando hasta que la
gravedad pasa la cuenta a sus obstinados retadores.
No voy a
detenerme en un balance de logros y derrotas de la ciudad en esta larga
era postrevolucionaria. Solo digo que, aun considerando los consabidos
beneficios sociales, la ciudad perdió mucho más de lo que debió perder
para lograr un desarrollo territorial más equilibrado a nivel nacional. Y
perdió mucho porque perdió al segmento de clase media e intelectual más
dinámico. Porque perdió su excelente infraestructura al calor del
descuido y la desidia. Y porque, finalmente, perdió su particular toque
metropolitano al calor del mediocre estoicismo plebeyo de la clase
política postrevolucionaria. Una nueva capa dirigencial que tuvo
especial cuidado de repartirse previamente las mejores viviendas en los
mejores lugares, y de reservarse algunos sitios excepcionales de
placeres lúdicos para compensar sus desvelos revolucionarios.
La
Habana fue sacrificada por una élite postrevolucionaria que entendía el
cambio como una obstinación antiurbana y al hombre nuevo —cito a Emma
Álvarez Tabío— como un buen salvaje en permanente asedio a la ciudad.
Aún recordamos la Habana invadida de campesinos, las ferias ganaderas en
los jardines del Capitolio, la “caturrización” frustrada del Cordón de
la Habana y aquel desatino ridículo de Fidel Castro cuando proponía
mudar la capital a Guáimaro. Y también la conversión de verdaderas joyas
arquitectónicas en cuarterías u oficinas públicas a las que se adicionó
cocheras improvisadas, casetas en jardines y azoteas, habitaciones
donde había portales y balcones, y las famosas barbacoas que han llevado
estos edificios a límites extremos de resistencia constructiva.
Si
los primeros años revolucionarios pueden mostrar —junto con sus logros
en beneficio de las mayorías urbanas— un legado arquitectónico
respetable —la Habana del Este, las ciudades-jardín de Pastorita, la
escuela de arte de Cubanacán— lo que vino después fue patético: varias
manchas formalizadas de arrabalización cuya expresión más conocida es
Alamar y uno de los edificios más originalmente feos de todo el planeta:
la embajada soviética. Debido a que los controles policiacos impedían
los asentamientos precarios en las periferias urbanas —como sucede en
las urbes tercermundistas— la ciudad terminó tragándose su marginalidad,
manifestada en un hacinamiento sin precedentes que da vida a cerca de
10 mil cuarterías con condiciones infrahumanas de habitación.
Me
temo que estamos comenzando a vivir otra fase de la historia de esta
ciudad. La ciudad “socialista” —mediocre y aburrida— está cediendo el
paso a otra ciudad cuya “marca” es precisamente la historia
metropolitana negada por cinco décadas, con su glamour, sus misterios y
sus noches de lentejuelas y sexo. Justamente la Habana que Eusebio Leal
restaura a la medida tanto de sus propias inclinaciones hispanófilas y
cortesanas como del gusto de los consumidores, reales y potenciales. La
Habana que se diseña a lo largo del litoral, y que se extiende por
campos de golf y marinas reservadas. Una Habana que muy poco tiene que
ver con la pobre gente que perdió viviendas y familiares en Infanta y
Salud.
La Habana que inicia un proceso de gentrificación al calor
de la apertura —aún tibia pero inexorable— del mercado inmobiliario. La
Habana elegante que vuelve a perfilarse donde ahora vive la vieja élite
política y crecientemente la nueva élite emergente, íntimamente
vinculadas, en ese proceso metamórfico que nos regala el
General/Presidente desde su actualización.
La Habana del futuro capitalismo cubano.
Una
Habana A que pasa por encima de gente que, como los damnificados de
Infanta y Salud, esperan cada noche una catástrofe. Para estos, como
para los miles de damnificados que sobreviven en albergues, para los
cientos de miles que esperan una nueva vivienda o una reparación capital
de la existente, lo que va a quedar va a ser una Habana B, una Habana
de pobres y empobrecida, la ciudad de los peores servicios y las peores
condiciones ambientales.
Ya ni siquiera les queda la ilusión del
apartamento en Alamar en el fondo del túnel. El Estado cubano, en su
proceso de abdicación de sus responsabilidades sociales, solo les ha
dejado la opción de los créditos baratos para reparaciones de viviendas.
Cuando sea posible acceder a ellos en medio de ese régimen de miseria
repartida y poder monopolizado que la degradada élite cubana insiste en
presentar como una opción de futuro.
Declaramos que la libertad de expresión, el flujo amplio y tolerante de ideas y el uso libre de los medios y expresiones de la comunicación social y la cultura de todos los ciudadanos es un derecho inalienable que pertenece a todos por igual.
martes, 31 de enero de 2012
Actualización de la lista de firmantes
Ha sido actualizada la lista de firmantes del documento ¿Cuántos más tendrán que morir? publicado el 28 de enero de 2012.
domingo, 29 de enero de 2012
En recordación del Día de la Memoria del Holocausto
El pasado 27 de enero, se conmemoró el Día de la Memoria del Holocausto,
instituido por la ONU en recuerdo de este mismo día pero del año 1945
en que el ejército de
la extinta Unión Soviética liberó el campo de exterminio nazi de
Auschwitz-Birkenau.
Relatos breves y otras cosas más…
¿VIVIR OTRA VEZ?
Por: Dr. Antonio Llaca.
Amberes. Bélgica/ Septiembre de 1998.
Amberes (Antwerpen en idioma holandés) es una
ciudad sencillamente deliciosa, más llena de historia que de gente, es de esos
sitios donde la vida moderna con su extraordinaria dinámica conjuga
perfectamente con un ambiente cargado de hechos ocurridos en los últimos diez ó doce siglos en una armonía digna de la envidia de
cualquier otra gran ciudad del mundo; posee el más importante puerto del norte
de Europa y la mayor industria de tallado de diamantes del mundo, pero por sobre todo, es una ciudad llena de
arte.
Allá estuve
hace algunos años, mi anfitrión era el Dr. Issa un
excelente radiólogo belga de origen libanés
que a sus vastos conocimientos en esta rama de las Ciencias Médicas unía un profundo sentido de la ciudad, de sus
calles, plazas, edificios, iglesias, puerto y de la vida y obra de Pedro Pablo
Rubens, el famoso pintor flamenco del siglo XVII, todo un símbolo de la urbe;
creo que el azar no me hubiera podido deparar mejor guía.
Comenzamos el recorrido por uno de los sitios
emblemáticos, la Grote Markt, Plaza
del Mercado o Gran Plaza en cuyo centro se yergue la estatua de Brabo,
el soldado romano que según la leyenda fundó
la ciudad, de fondo el edificio del Ayuntamiento, joya arquitectónica del siglo
XVI, y de aquí a la imponente Catedral
de Nuestra Señora edificación del siglo XIV que a más de resistir el paso de los años continúa siendo una de las más grandes del
mundo, el periplo incluyó además la visita obligada a la Estación Central de
trenes, el cercano Zoológico y el Real Museo de Bellas Artes que atesora obras
de los más relevantes pintores y escultores europeos de los últimos seis siglos
y donde mi acompañante quien ya había hecho gala de sus conocimientos acerca de
la arquitectura de la ciudad me dejó nuevamente sorprendido con sus explicaciones de las sin iguales creaciones atesoradas en el Museo.
Una visita a Amberes resulta incompleta si no pasas al
menos unos minutos en el Distrito de los Diamantes y por allí anduvimos, nunca había visto tantas joyas y brillantes juntos, cualquier vitrina de las
múltiples tiendas dedicadas a este lucrativo negocio contiene una fortuna en
oro y alhajas, lamentablemente la escasez de fondos en mis bolsillos no me
permitiría acceder a estas preciosas piedras que una numerosa comunidad judía trabaja y
comercializa; el final de nuestro recorrido era
el Puerto, la más importante arteria económica de la ciudad y por qué
no, también del país, al que alguien llamó “El Puerto de Europa” y razón no le faltó, su extensión abarca más de 50 kilómetros de muelles donde
centenares o miles de embarcaciones trasiegan casi cualquier cosa imaginable, y
como colofón una visita al Museo Marítimo Nacional situado en el imponente
Castillo Steen -el edificio más
antiguo de la ciudad- que construido hacia el año 1200 ha sido a lo largo de
los tiempos fortaleza, prisión durante cinco siglos, residencia de Rubens por
diez años y hoy museo que abarca desde los inicios hasta los más recientes
adelantos en el arte de la navegación, a la entrada, una estatua del mítico gigante Antigoon,
el tirano del río Escalda, nos remonta
una vez más a sus orígenes.
Cuenta la leyenda- dice mi anfitrión- que el río, una
importante vía para el tráfico marítimo de esta parte de Europa desde tiempos
inmemoriales, era vigilado por el gigante Druon
Antigoon quien asaltaba los barcos que por aquí transitaban exigiendo a la
tripulación un fuerte rescate, a aquellos que se negaban a pagar les cercenaba
las manos y las lanzaba al torrente hasta que apareció en su cauce una nave de guerra romana, a bordo viajaba el soldado Silvius Brabo quien se negó a pagar el recate y enfrentó en
terrible combate al gigante logrando matarlo y cortarle la mano que luego
arrojó al río, de ahí proviene el nombre de la ciudad, en neerlandés Ant significa
mano y werpen lanzar o arrojar, pero esto nos es más que una leyenda, quizás
sea la versión belga del relato bíblico de lucha entre David y Goliat y quedó formando parte del acervo cultural de
Flandes aunque el hecho histórico bien
documentado es que Amberes se fundó
alrededor del año 640 (siglo VII) por unos monjes benedictinos, los romanos, por supuesto, fueron muy anteriores a esta fecha…
-Pues por mi parte –añadí- creo que lo más importante
es la enseñanza que nos da la leyenda: el gigante que tantas manos cortó terminó
sus días de igual manera, con la mano cercenada, ¿justicia humana o divina?, ¿quién lo podría saber?,
el mensaje es: puede ocurrirte exactamente
lo mismo que has hecho a los demás…
-Y así es en efecto aunque en oportunidades la
justicia no llega, al menos de la forma visible como la esperamos nosotros los humanos, del lado de lo divino nadie puede decir qué ocurre aunque lo suponemos de una u otra
forma según sea nuestra fe, vea Ud., en
estos momentos en Europa recordamos los
inicios de la Segunda Guerra Mundial, ¿cuántos murieron en la contienda?,
¿cuarenta, cincuenta millones?, ¿hubo justicia para todos?, lo más probable es
que no, al menos de la que suelen impartir en nuestros tribunales, y a
muchísima gente solo les quedó esperar por la otra justicia, la divina, pero
volviendo a la leyenda, también nos dice
de la profunda relación que ha tenido esta ciudad con todo el mundo desde
tiempos remotos y en cuanto a esto no ha
habido excepciones, incluso con ustedes los cubanos; si mi memoria no falla,
hubo un incidente entre un barco alemán
lleno de emigrantes judíos en La Habana que terminó en Amberes precisamente a comienzos de la Guerra, muchos
de estos emigrantes terminaron en campos de concentración nazis, quizás conozca
Ud. algo de esto…
Múnich. Alemania. / 9 de Noviembre de 1938.
La noche del 9 al 10 de noviembre o Noche de los Cristales Rotos (Kristallnacht) será de triste
recordación para los judíos por siempre. El atentado y muerte de un diplomático alemán en París fue
el pretexto utilizado por la más alta jerarquía nazi para desencadenar el
terror contra la comunidad judía asentada en Alemania y Austria; grupos del
Partido Nacional Socialista (Nazi) apoyados por la Juventud Hitleriana y las SA –tropas de asalto del Partido- asesinaron
noventa y un judíos e hirieron a
centenares, 25,000 fueron arrestados y conducidos a campos de concentración, 300 sinagogas resultaron quemadas y miles de
negocios destruidos, se iniciaba con este pogromo (a) un salvaje plan de exterminio que llevaría
a la muerte a unos 6 millones de miembros de esa colectividad, el terror se
apoderó de este grupo humano, ser judío se había convertido en un delito y la
única esperanza de sobrevivir era la huida a cualquier sitio lejos del nazismo
pero la persecución, los abusos y el
genocidio contra los hebreos se extendería hasta el otro lado del Atlántico, había
que purificar Reich y el planeta de la contaminación semita.
Hamburgo. Alemania. / Mayo de 1939.
El 13 de mayo parte hacia La Habana desde el puerto de
Hamburgo el buque de pasajeros Saint Louis propiedad de la compañía naviera Hamburg Amerika Linie
(Hapag), a bordo lleva 943
pasajeros, de ellos, 936 refugiados judíos que en su mayoría han obtenido
“certificados de desembarque” emitidos por el Director General de Inmigración
de Cuba Manuel Benítez González -también conocido como “El Bonito”- mediante compra a funcionarios diplomáticos venales del
consulado cubano en Berlín. Benítez,
hombre sin ningún tipo de escrúpulos, había amasado una “bonita” fortuna con el
negocio de venta de certificados a un precio de 150 dólares cada uno, secreto a
voces que también había puesto al descubierto la formidable red de corrupción
imperante en Inmigración. El Presidente cubano Federico Laredo Brú declaró
inválidos los “certificados” días antes de la partida del Saint Louis creando
una difícil situación para los refugiados; el nuevo contexto era conocido por la policía alemana, los
funcionarios de la naviera y quizás
hasta por los propios interesados quienes sin embargo desconocían que eran
objeto de una hábil manipulación por parte del Ministerio de Propaganda nazi de
Joseph Goebbels: empujar a los judíos a una salida masiva de Alemania pero
también impedir su entrada en terceros países.
La Habana. Cuba/ Años 1930.
La década de los treinta fue época de profundas convulsiones políticas para la sociedad cubana, sucesivamente había
conocido la feroz dictadura de Gerardo Machado, la Revolución de 1933, la
aparición del ex sargento taquígrafo
Fulgencio Batista como hombre fuerte de la política en la Nación y los
reiterados intentos del pueblo cubano por restaurar el sistema democrático perdido
de larga data, la economía había transitado de la terrible crisis mundial
a inicios de esos años a una lenta recuperación acelerada hacia finales de la
década por los sucesos en marcha en Europa pero La Habana, no obstante los vaivenes
y sacudidas a que se vio sometida, seguía
siendo una ciudad fascinante y maravillosa.
Aun de estreno exhibía un imponente Capitolio mucho
más sólido por su estructura de acero, concreto y las riquezas que reunía que
por la fuerza de las leyes que de allí emanaban, un hermoso y firme Malecón
defendía la ciudad de las en ocasiones ásperas aguas del Atlántico, entre
ambos, el magnífico Paseo del Prado, avenida que albergaba buena parte de los más
elegantes sitios de la ciudad y en cuyos alrededores se desenvolvía una febril actividad
cultural; para 1939 por ahí deambulaban
un tal Carpentier, escritor cubano
recién llegado de Francia ahora productor de radio, otro tal Hemingway,
norteamericano, que entre mojito y mojito rememoraba sus vivencias de la Guerra
Civil Española -quizás ya meditaba acerca de la eterna lucha de los viejos
pescadores del vecino pueblo de Regla
con el mar- y el Sr. Puerta, reportero
del Havana Post que correteaba por estos lados siempre a la caza de alguna
noticia que pudiera interesar a la comunidad angloparlante de una ciudad que
nuevamente había alcanzado sus características cosmopolitas de épocas pasadas.
La Habana. Cuba. / Julio de 1978.
Para ese entonces me encontraba ya de médico recién
graduado, uno de mis primeros pacientes fue el Sr. Puerta, el viejo reportero a
quien los años y el enfisema habían condenado a no alejarse mucho de su
habitación, allá iba a visitarlo y actualizar la medicación que debía tomar,
buen conversador, le gustaba referir sus más relevantes triunfos de toda una
vida dedicada al periodismo y a pesar de
ser en ocasiones repetitivo no resultaba cansón; era un gran conocedor de la
vida republicana desde los años del machadato hasta el momento en que el
periódico para el que trabajaba fue cerrado a raíz de los cambios implantados por la
revolución de 1959, había conocido muchísima gente: políticos, deportistas, artistas,
diplomáticos y hasta presidentes, también tuvo la oportunidad de sondear
algunos de los más relevantes sucesos acaecidos en la capital en aquellos años 30…
-En ese tiempo en Cuba hubo de todo –me dijo- hasta fanatismo
y antisemitismo, un fenómeno extraño
para nuestro pueblo porque siempre habíamos sido muy receptivos con los
inmigrantes, aquí venían a convivir con nosotros españoles, jamaiquinos,
haitianos, chinos, norteamericanos y
grupos minoritarios de otros países, todos eran bien recibidos, sin embargo,
los nazis y falangistas cubanos y españoles se encargaron de realizar una
gigantesca campaña en contra de los judíos…
-Pero ¿hubo nazis en Cuba?, me refiero, de manera
notable u organizada, no como individualidades -inquirí -.
-Sí los hubo, como también había comunistas,
liberales, revolucionarios, demócratas, anarquistas y muchas tendencias más, y también una política de coqueteo, de “dejar
hacer” y a veces hasta de franca simpatía con el fascismo, los falangistas y
los nazis, esto no era nada raro en la América Latina de entonces, para nadie
era un secreto que Perón admiraba a Mussolini y el panameño Arnulfo Arias
sentía profundas inclinaciones hacia las potencias del Eje lo que le costó el
puesto, pero la situación cubana era mucho más compleja, aquí se vivió con gran
intensidad la Guerra Civil Española, había cientos de miles de gallegos (b)
asentados en esta tierra y aunque la mayoría simpatizaba con los republicanos
los falangistas eran mucho más poderosos, este hecho y la proximidad con España hicieron que Franco (c) convirtiera a La Habana en base de la Falange Exterior y los falangistas influían
grandemente en la opinión pública debido al control que tenían sobre los más
importantes medios de prensa, Pepín Rivero (d), propietario del Diario de la
Marina -el más importante periódico de ese entonces- era un genio del
periodismo, hay que reconocerlo, pero era también un ultraconservador,
furibundo admirador de la causa franquista
y sistemáticamente lanzaba campañas antisemitas haciendo el juego del Partido Nazi Cubano que funcionaba en la calle 10 del Vedado y
como los cubanos o no llegan o se pasan, los nazistas caribeños no solo estaban
en guerra con los judíos sino que también pretendían expulsar de aquí a los
haitianos y jamaiquinos; del mismo modo
los fascistas italianos estaban muy activos vía el Partido Fascista Nacional que
contaba hasta con una sección de Damas Fascistas mientras los comunistas, que
seguían al pie de la letra las directivas de Moscú, si bien constituyeron un
sólido apoyo para los republicanos españoles más tarde se vieron metidos en un cuello de
botella cuando Hitler y Stalin firmaron
su tratado de no agresión para luego volver a la carga contra Alemania cuando
entró en guerra con los soviets, estos eran los ecos en esta pequeña isla de
los dramáticos sucesos que se desarrollaban en Europa y se entrelazaban con la
política nacional plagada de contradicciones: Batista, mediante una
desvergonzada maniobra había defenestrado al Presidente Miguel Mariano Gómez y
colocado a Laredo Brú en Palacio aunque el poder real permanecía en sus manos,
siempre siguiendo las directrices de los norteamericanos y trabajando para
ellos, la Falange cubano-española hacía lo mismo para Franco en estrecha
alianza con los nazis y fascistas que le
hacían la corte a Hitler y Mussolini mientras los comunistas seguían en su labor a
favor de Stalin aunque extrañamente aliados a Batista al que apoyaban en casi
todas sus sinvergüencerías a pesar del mariposeo autorizado o al menos muy bien
tolerado por Batista con los nazis, en fin, toda una combinación de intereses,
circunstancias, presiones y movidas muy difíciles de interpretar y más aún de
digerir.
-Y entre la oposición a Batista que de seguro la
había, ¿qué pasaba?
-La cabeza más notable de la oposición era el Dr.
Ramón Grau San Martín, un hombre respetable en esos momentos que no solo era
opositor de Batista sino que mantenía
con este una enconada animadversión; Grau también se vio envuelto en esta
vorágine y tomó partido… por los fascistas; días antes de que llegara a La Habana
un buque repleto de refugiados polacos (e) convocó a una manifestación en
contra de estos que logró reunir cuarenta
mil participantes y para un país que rondaba apenas los cuatro millones de
habitantes esa era una cifra impresionante; la propaganda nazi acusaba
constantemente a los judíos de ser ladrones, criminales o comunistas y de la
inconveniencia para Cuba de admitirlos, los agentes alemanes en La Habana sin
dudas hicieron un notable trabajo logrando influir decisivamente en amplias
capas de la población.
-Pero alguien tuvo que oponerse a semejante barbaridad…
-Efectivamente, hubo también mucha gente que se oponía
a estas cosas, y creo, sin temor a equivocarme, que la voz que más resonó fue
la de Don Fernando Ortiz, el gran sabio cubano.
La Habana. Cuba. / Mayo de 1939.
El día 27 a las 3:00 am arriba al puerto de La Habana el buque Saint
Louis con su preciosa carga de refugiados; familiares, amigos, miembros de la
exigua comunidad judía en la Isla y pueblo habanero observaron la llegada de la
embarcación desde el sólido muro del Malecón y la Alameda de Paula, los
pasajeros a su vez pudieron evaluar las centenarias fortificaciones que desde
hacía siglos defendían la capital, las modernas construcciones que bordeaban el
mar y la febril actividad del más importante puerto de la Isla que como casi todos los puertos importantes
del mundo nunca dormía, sin dudas creyeron llegado el fin de la terrible
pesadilla que los había perseguido desde incluso antes de la Noche de los
Cristales Rotos; un sinfín de periodistas también se reunieron para reportar el
arribo del buque que prometía ser la noticia del día, entre ellos el Sr. Puerta
del Havana Post, una hora más tarde los pasajeros recibían la dura noticia que
ya muchos representantes de la prensa conocían: no se les permitiría desembarcar,
el buque quedaba fondeado en la rada sin
tampoco permitírsele acercarse al muelle de la Hapag-Hamburg.
La Habana. Cuba. / Julio de 1978.
-Y así comenzamos a vivir en Cuba algo que nos resultaba muy ajeno, el episodio tropical
de la persecución a los judíos y, por
supuesto, debido a manipulaciones e intereses que nada tenían que ver con
nuestra manera de ser, franca y abierta con todos, ni con nuestra Historia ni
nuestra cultura, que nunca había conocido de odios irracionales. El periódico
para el que trabajaba seguía atentamente los eventos relacionados con el buque y
el destino de sus ocupantes para quienes
percibía lo peor como en efecto fue. Las esperanzas que estos emigrantes
cifraron en La Habana se fueron desvaneciendo con el transcurso de los días,
Laredo persistía en su posición de no permitirles la entrada al país y con esta
posición cayó de bruces en la trampa preparada por los nazis, Batista, el único
hombre con poder suficiente para cambiar esta situación se distanció
discretamente dejando lo que resultaba un desagradable y difícil asunto en manos de su Presidente pero detrás de todo esto también se
encontraban el Departamento de Estado norteamericano con su Secretario Cordell
Hull y el Presidente Roosevelt quienes
tampoco querían ese barco lleno de refugiados en su territorio…
-¿Y entonces cómo terminó toda esta historia Sr.
Puerta?
-Solo fueron admitidos alrededor de una treintena que
tenían sus papeles en regla, los judíos, que
tenían redes y organizaciones de
ayuda a nivel mundial hicieron todo tipo de gestiones para lograr la admisión
de sus conciudadanos, las radicadas en los Estados Unidos enviaron agentes a
Cuba que trataron de negociar la
estancia de los refugiados con el Presidente
pero este les pedía como garantía o quizás hasta para lucro personal una cifra que les pareció exorbitante, los
negociadores judíos chocaron contra un infranqueable muro compuesto por Hitler,
Roosevelt, Batista y Laredo. La odisea del buque y sus pasajeros en La Habana
duró hasta el día 2 de junio en que fueron definitivamente conminados a
abandonar aguas cubanas, las gestiones aquí se habían agotado y no había más
nada que hacer; yo prescencié la partida y retorcía el alma ver los rostros de
los pasajeros y de
familiares y amigos en el Malecón o en las pequeñas embarcaciones que
trataron de acercarse al crucero, a fuer de ser sincero se estaba cometiendo
una injusticia formidable ya que el interés de los polacos no era siquiera
radicarse aquí sino simplemente esperar por visas que les permitieran marcharse
a Estados Unidos y todos sabían que de ser regresados a Alemania les esperaría
una muerte segura. El Saint Louis fue escoltado por lanchas de la Policía
durante su salida del Puerto y puso proa hacia La Florida, en las aguas cercanas a
Miami también esperaron inútilmente una autorización de última hora por parte
del gobierno norteamericano que les permitiese desembarcar pero esta espera
también resultó infructuosa y el buque tuvo que poner nuevamente rumbo a
Europa. El plan nazi había funcionado de maravillas haciéndole creer al mundo
que nadie quería a los judíos, Hitler y
los nazis se habían anotado una formidable victoria propagandística, lo peor de todo fue que les salió bien.
-¿Y cuál fue el destino final de los pasajeros del
Saint Louis?
-El buque fue autorizado a atracar en Amberes, durante
la travesía los judíos hicieron nuevamente gestiones para evitar que los
pasajeros fuesen retornados a Alemania y lograron que Inglaterra aceptase 288,
Bélgica 214, Holanda 181 y Francia 224, muchos fueron capturados por las tropas
alemanas a medida que iban invadiendo Europa y enviados a campos de
concentración donde aproximadamente la mitad encontraron la muerte, inclusive los niños…,
Laredo, Batista, Benítez y otros tantos en Cuba tuvieron una gran parte de responsabilidad
en este desenlace…, si les hubiesen otorgado una decisión favorable a estos
refugiados se hubieran evitado muchos sufrimientos y muchas muertes, hubieran podido rehacer sus vidas, vivir otra
vez…
Amberes. Bélgica. Septiembre de
1998.
El Dr. Issa había dejado la interrogante en el aire y quedé unos minutos ensimismado rememorando las
conversaciones de años atrás con el viejo Puerta, sin dudas le llamó la
atención mi prolongado silencio por lo que
insistió en su pregunta.
-En fin, ¿conoció algo Ud., acerca del incidente del
buque alemán...?
-Pues sí Dr.
Issa, algo escuché decir sobre el tema…
-Ya ve, este mundo es mucho más pequeño de lo que
pensamos, al final resulta que todos nos relacionamos con todos a veces de la manera más insospechada, pero bien, creo
que ya terminamos con Amberes, al menos por hoy, y que su tiempo se va haciendo
corto…
-Así es, tengo que marchar cuanto antes a Bruselas, mi vuelo de regreso a Caracas no espera…
-Adelante entonces, espero que el auto no nos haga
quedar mal, de todas maneras nos tomaremos unos minutos al pasar por Mechelen,
una pequeña ciudad que nos queda a mitad de camino, allí radicó un campo de concentración nazi, le
resultará interesante verlo…
Bruselas. Bélgica. 8 de Enero de
1944.
Eva Dublon, con solo diez años de edad, es arrestada
por la Gestapo (f) junto a su madre y
una hermana, cinco años antes habían desembarcado en Amberes procedentes de La Habana, fueron de los
pasajeros rechazados por el Gobierno cubano y eran las últimas sobrevivientes
de la familia, el resto ya habían sido asesinados por los nazis.
El día 15 de ese mes es enviada al campo de
concentración de Mechelen utilizado habitualmente como campo de tránsito,
dos días más tarde es trasladada junto a otros sesenta niños al campo de
Auschwitz-Birkenau en Polonia, el mayor campo de exterminio creado por los
nazis, arribó el día 17 en el Convoy No.
23, fue vista por última vez mientras
era conducida a las cámaras de gas.
Bruselas. Bélgica. Septiembre de
1998.
Los aviones nunca esperan pero siempre nos hacen
esperar, aproveché el retraso para
organizar mis notas, rememorar mis recorridos por este hermoso país y
reflexionar acerca del terrible destino de millones de seres humanos durante
aquellos aciagos años de la Guerra Mundial; resultaba muy difícil encontrar una
explicación para tanto sufrimiento, tanto horror y tanta muerte, para que no
hubiese llegado un Silvius Brabo a
cortar las manos que empuñaban las armas, para que tanta gente no hubiera
podido ¡vivir otra vez!.
La familia Dublon durante su travesía a La Habana a bordo del
buque St. Louis, en el recuadro Eva Dublon, a la sazón con cinco años de edad.
Foto cortesía de Archivo
Fotográfico del United
States Holocaust Memorial Museum
Notas de páginas:
(a) Pogrom o pogromo: palabra de origen ruso, linchamiento y/o eliminación de un grupo étnico,
religioso u otro, acompañado de la destrucción de sus bienes. Ha sido particularmente
empleada para calificar las persecuciones contra los judíos.
(b) En Cuba es común denominar genéricamente a los españoles como “gallegos”.
(c) Francisco Franco, dictador, proclamado Jefe del Estado de España desde 1939 hasta su muerte en 1975.
(d) José Ignacio “Pepín” Rivero. Relevante
periodista cubano, también dueño de medios de comunicación.
(e) En
el habla común del cubano se utilizaban frecuentemente
como sinónimos los términos “judío” y “polaco”.
(f) Gestapo (Geheime Staat Polizei): policía secreta de la Alemania nazi.
Notas del Autor:
1.- Mi agradecimiento al Dr. Issa por hacerme partícipe de sus vastos
conocimientos acerca de la arquitectura, arte e historia de Amberes y Bélgica, al
Sr. Vicente Luis Puerta†, viejo reportero del Havana Post por sus apasionantes
anécdotas acerca de Cuba, La Habana y su historia y a los directivos y personal
del Archivo Fotográfico del Museo Memorial del Holocausto, Washington D.C. Estados Unidos.
2.- Bibliografía y otros medios
de información recomendados a los interesados en los temas:
a) Refugiados del buque Saint Louis:
i)-Los excelentes trabajos de la
Prof. Margalit Bejarano docente e investigadora de la Universidad Hebrea de Jerusalén,
gran conocedora de la trayectoria de la
comunidad judía en Cuba, en especial: “La
historia del buque Saint Louis: La perspectiva cubana”.
ii) “Refuge denied: the St. Louis Passengers and the Holocaust” de
Sarah A. Ogilvie y Scott Miller. United States Holocaust Memorial Museum. The
University of Wisconsin Press. 2006. Una extensa y muy bien documentada
investigación que alcanza hasta el destino final de los refugiados.
iii) Los sucesos relacionados con el
buque en su viaje a Cuba fueron llevados al cine, el filme titulado “El viaje de los Malditos” puede ser visto en Cinecuba blogspot con
el siguiente link:
iiii) Archivo fotográfico del United States Holocaust Memorial Museum
b) Cuba, política, sociedad y economía años 1930:
i) “Nueva Historia de la
República de Cuba” del Prof. Herminio Portell-Vilá. La Moderna Poesía.
Miami. USA. 1996, un estudio clásico de la Historia de Cuba desde el periodo colonial hasta el año 1961
con énfasis en la etapa Republicana.
ii) Un testimonio gráfico de La
Habana de los años 1930 titulado “Havana,
Cuba 1930s” puede ser visto a través
del portal You Tube con el siguiente link:
http://www.youtube.com/watch?v=fEMYLkpYxX8&feature=related
© Dr. Antonio LLaca. /El Tigre.
Edo. Anzoátegui.Venezuela.Sept./2009.
Prohibida la reproducción total
o parcial por cualquier medio salvo autorización del autor.
sábado, 28 de enero de 2012
¿Quién está mintiendo?
Documental sobre la muerte de Wilman Villar Mendoza, donde aparece el esclarecedor testimonio de su esposa Maritza Pelegrino y de José Daniel Ferrer, el coordinador de la Unión Patriótica de Cuba
http://www.youtube.com/watch? v=cj9noE2KyUQ&feature=player_ embedded
http://www.youtube.com/watch?
¿Cuántos más tendrán que morir?
La muerte del preso de conciencia
Wilman Villar Mendoza en las cárceles cubanas en exigencia del respeto a
sus derechos, ocurre a menos de dos años de otro caso muy similar, el
del también preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo, lo cual debiera
hacernos reflexionar a todos.
Si bien se trata del segundo caso de un luchador cívico que ofrece su vida mediante una huelga de hambre en el último período del movimiento disidente pacífico, no son los únicos presos políticos que, bajo un régimen que intenta ocultar y silenciar todos sus desmanes a través del monopolio de los principales medios de comunicación y el férreo control represivo, han muerto mediante esta forma de protesta, una de las pocas -y muchas veces la única-, que les queda a los encarcelados opositores al Gobierno cubano por los tratos inhumanos y degradantes a que son sometidos. Son muchos más, en total trece, los que han podido documentarse hasta ahora:
- Roberto López Chávez, de 25 años de edad, murió el 11 de diciembre de 1966 en la prisión de Isla de Pinos, sin haber recibido atención médica.
- Luis Álvarez Ríos, de 31 años, murió el 9 de agosto de 1967 en la prisión Castillo del Príncipe, La Habana, sin haber recibido atención médica.
- Francisco Aguirre Vidarrueta, murió en septiembre de 1967 en la prisión Castillo del Príncipe, La Habana.
- Carmelo Cuadra Hernández, murió el 21 de julio de 1969 en una prisión de La Habana en huelga de hambre, sin haber recibido atención médica.
- Pedro Luis Boitel, de 34 años, murió el 25 de mayo de 1972 en la prisión Castillo del Príncipe, La Habana, sin haber recibido atención médica.
- Olegario Charlot Spileta, murió el 15 de enero de 1973 en la prisión de Boniato, Santiago de Cuba, sin haber recibido atención médica.
- Enrique García Cuevas, murió el 23 de mayo de 1973 en la prisión provincial de Pretensado, Las Villas, sin haber recibido atención médica.
- Reinaldo Cordero Izquierdo, murió el 21 de mayo de 1975 en una prisión de Pinar del Río, sin haber recibido atención médica.
- José Barrios Pedré, murió el 22 de septiembre de 1977 en una celda de máximo rigor en la prisión Pretensado, Las Villas.
- Santiago Roche Valle, de 45 años, murió el 8 de septiembre de 1985 en la prisión Kilo 7, Camagüey. Sufrió un paro cardíaco, sin haber recibido atención médica.
- Nicolás González Regueiro, de 42 años, murió el 16 de septiembre de 1992 en la prisión de Manacas, Las Villas.
- Orlando Zapata Tamayo, de 42 años, murió el 23 de febrero de 2010. Horas antes de su muerte lo llevaron al Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras en La Habana.
- Wilman Villar Mendoza, 31 años, murió el 19 de enero del 2012 en el Hospital Juan Bruno Zayas de Santiago de Cuba, a donde había sido trasladado desde una celda con baja temperatura de la prisión de máximo rigor de Aguadores donde contrajo una pulmonía[1].
Si bien se trata del segundo caso de un luchador cívico que ofrece su vida mediante una huelga de hambre en el último período del movimiento disidente pacífico, no son los únicos presos políticos que, bajo un régimen que intenta ocultar y silenciar todos sus desmanes a través del monopolio de los principales medios de comunicación y el férreo control represivo, han muerto mediante esta forma de protesta, una de las pocas -y muchas veces la única-, que les queda a los encarcelados opositores al Gobierno cubano por los tratos inhumanos y degradantes a que son sometidos. Son muchos más, en total trece, los que han podido documentarse hasta ahora:
- Roberto López Chávez, de 25 años de edad, murió el 11 de diciembre de 1966 en la prisión de Isla de Pinos, sin haber recibido atención médica.
- Luis Álvarez Ríos, de 31 años, murió el 9 de agosto de 1967 en la prisión Castillo del Príncipe, La Habana, sin haber recibido atención médica.
- Francisco Aguirre Vidarrueta, murió en septiembre de 1967 en la prisión Castillo del Príncipe, La Habana.
- Carmelo Cuadra Hernández, murió el 21 de julio de 1969 en una prisión de La Habana en huelga de hambre, sin haber recibido atención médica.
- Pedro Luis Boitel, de 34 años, murió el 25 de mayo de 1972 en la prisión Castillo del Príncipe, La Habana, sin haber recibido atención médica.
- Olegario Charlot Spileta, murió el 15 de enero de 1973 en la prisión de Boniato, Santiago de Cuba, sin haber recibido atención médica.
- Enrique García Cuevas, murió el 23 de mayo de 1973 en la prisión provincial de Pretensado, Las Villas, sin haber recibido atención médica.
- Reinaldo Cordero Izquierdo, murió el 21 de mayo de 1975 en una prisión de Pinar del Río, sin haber recibido atención médica.
- José Barrios Pedré, murió el 22 de septiembre de 1977 en una celda de máximo rigor en la prisión Pretensado, Las Villas.
- Santiago Roche Valle, de 45 años, murió el 8 de septiembre de 1985 en la prisión Kilo 7, Camagüey. Sufrió un paro cardíaco, sin haber recibido atención médica.
- Nicolás González Regueiro, de 42 años, murió el 16 de septiembre de 1992 en la prisión de Manacas, Las Villas.
- Orlando Zapata Tamayo, de 42 años, murió el 23 de febrero de 2010. Horas antes de su muerte lo llevaron al Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras en La Habana.
- Wilman Villar Mendoza, 31 años, murió el 19 de enero del 2012 en el Hospital Juan Bruno Zayas de Santiago de Cuba, a donde había sido trasladado desde una celda con baja temperatura de la prisión de máximo rigor de Aguadores donde contrajo una pulmonía[1].
Esta lista no
incluye a los prisioneros políticos que han muerto en otras
circunstancias, ya sea por negación de asistencia médica o por
agresiones de los carceleros. Otros
son los casos de muertes fuera de los muros carcelarios donde han
estado sospechosamente presentes, de una u otra forma, las manos de las
autoridades. En este sentido no podemos dejar de mencionar que en los
últimos dos años, además de los casos de Zapata Tamayo y Villar Mendoza
que perdieron sus vidas por huelgas de hambre en las prisiones, los de
Juan Wilfredo Soto García, muerto de una pancreatitis aguda tres días
después de ser golpeado brutalmente por un policía en el parque Leoncio
Vidal de Santa Clara el 5 de mayo de 2011, y Laura Pollán, líder de las
Damas de Blanco, fallecida el 15 de octubre de 2011 después de varios
días de hospitalizada por un fallo respiratorio tras sufrir el asalto de
turbas dirigidas por agentes de Seguridad del Estado que la
arrinconaron violentamente contra un muro el 24 de septiembre.
¿Cuántos más tendrán que morir
para que el régimen cubano acepte al menos lo más elemental que se le ha
pedido en estas huelgas: el respeto a la vida, la integridad de la
persona humana y su dignidad? Wilman Villar Mendoza no hizo huelga de
hambre para que el país regresara al capitalismo ni para que los
gobernantes cubanos renunciaran a sus cargos o efectuaran reformas
constitucionales, sino para que se corrigieran las violaciones
procesales perpetradas en su caso. En un país con un mínimo de respeto a
los principios de un Estado de Derecho, hubiese podido apelar
exitosamente, ya que su condena tiene visos de ilegalidad y represalia
política.
Al igual que hizo
con el mártir Zapata Tamayo, al día siguiente de la muerte de Villar
Mendoza, el Gobierno cubano comenzó una campaña difamatoria. En nota
publicada el 20 de enero de 2012 en Cubadebate, el Gobierno lo califica
de “recluso común” y atribuye su encarcelamiento a “un escándalo público
en el que agredió y provocó lesiones en el rostro de su esposa” [2].
Esa nota ha sido difundida por todos los medios de comunicación
cubanos, incluyendo la emisora radial más oída en Cuba, Radio Reloj[3],
por lo que las pequeñas hijas de Villar Mendoza -de cinco y siete años
de edad- han estado expuestas a oír semejante injuria sobre su padre.
Maritza Pelegrino Cabrales, la viuda de Villar Mendoza, negó tales
hechos: “pido al gobierno cubano que me muestren en televisión (…) para
que en Cuba vean que el Gobierno cubano está mintiendo, de que en ningún
momento me hizo lesiones en la cara ni me golpeó” [4].
Si Villar Mendoza fue procesado
por un delito común y la fecha en que cometió ese supuesto abuso
doméstico según la versión gubernamental, fue el doce de julio, ¿por qué
se le encarcela cuando participa en una manifestación pacífica el 14
noviembre, es decir, cuatro meses después de los hechos que se le
atribuyen? Es comprensible que incluso el Gobierno cubano niegue que en
verdad realizara una huelga de hambre, incapaz de explicar cómo es
posible que los dos últimos hombres que murieron acudiendo a ese recurso
extremo, tachados por ese Gobierno de delincuentes, tuvieran el valor
de llevar hasta las últimas consecuencias semejante acto en defensa de
sus derechos. Ningún malhechor, carente de ideales y de principios, es
capaz de realizar tal sacrificio. De aceptar la versión de que esa
huelga no se produjo, habría que suponer que sus compañeros de lucha al
denunciar desde varias semanas antes el peligro de muerte que se cernía
sobre Wilman Villar Mendoza, son zahoríes capaces de vaticinar una
muerte supuestamente impredecible. Pero aún aceptando la versión
gubernamental, esas autoridades deberían explicar en qué condiciones
carcelarias se encontraba el prisionero para que sin que medie un ayuno
prolongado, fuera susceptible de contraer “neumonía severa”.
Quienes se arrogan el derecho de
hablar en nombre del pueblo, no tienen otra alternativa que calificar a
estos luchadores de delincuentes, cuando, ante el empuje de ciudadanos
pacíficos donde predominan las personas más humildes y sobre todo
mujeres y negros, no pueden continuar adjudicándoles los epítetos
tradicionales de “agentes del imperialismo” o “vendepatrias”. El
Gobierno cubano no puede admitir que quien comienza a erguirse
gallardamente exigiendo sus derechos, no es otro que el propio pueblo
indignado.
Dado a los 28 días del mes de enero de 2012.
Inés Aizpún, Periodista, Dominicana.
Dora Amador, periodista, Florida, Estados Unidos.
Luis Beiro, escritor y periodista, República Dominicana.
Juan Antonio Blanco, analista político, Florida, Estados Unidos.
Rolando Castañeda, economista, Washington D.C., Estados Unidos.
Manuel Castro Rodríguez, profesor universitario, Panamá
Raúl E. Colón Rodríguez, editor, periodista y traductor, Canadá.
Moraima Díaz, Psicóloga Criminalista. Dominicana.
Haroldo Dilla, Sociólogo, República Dominicana.
Laritza Diversent Cambara, Abogada, La Habana, Cuba
Gonzalo Fernández, escritor, Carolina del Norte.
Fernando Ferrán, antropólogo, diplomático, República Dominicana.
Blanca García, trabajadora social, Florida, Estados Unidos.
José Gómez Cerda. Sindicalista. Sociólogo. Periodista. Dominicano.
Luis González Ruisánchez, periodista, República Dominicana.
Vicente R. Gutiérrez Santos, economista y analista político, España.
Ariel Hidalgo, maestro, Florida, Estados Unidos.
Rosa María León, activista cívico, República Dominicana
Rafael León Rodríguez, activista cívico, República Dominicana.
Antonio Llaca, cirujano, Venezuela.
Pedro Ramón López, empresario, República Dominicana.
Gaetano Lo Bianco, dirigente sindical, Sicilia. Italiano.+
Felipe P. Manteiga, Florida, Estados Unidos.
Antonio E. Morales-Pita, profesor universitario, Estados Unidos.
Ramón Núñez Ramírez, economista, ingeniero y comentarista de tv,
Dominicano.
Oscar Peña, activista derechos humanos, Florida, Estados
Unidos.
Iván Pérez Carrión, filólogo, periodista y traductor, República
Dominicana.
Yanira Pino, Periodista, República Dominicana.
José Prats Sariol, escritor, México.
Ricardo Puerta, sociólogo, Honduras.
Mario Rivadulla, periodista y comunicador, República Dominicana.
Mary B. Rivadulla, profesora de diseño digital, Puerto Rico.
Pablo Rodríguez Carvajal, comunicador, Florida, Estados Unidos.
Cecilio Vázquez, ex capitán Ejército Rebelde, República
Dominicana.
Camilo Venegas, poeta, escritor, República Dominicana.
miércoles, 25 de enero de 2012
Desde Cuba. Represión, injusticia y muerte tienen que cesar: Wilman Villar Mendoza
Miriam Leiva
Wilman Villar Mendoza falleció el 19 de enero luego de una huelga de hambre en la cárcel de máxima seguridad de Aguadores en Santiago de Cuba, de donde fue llevado al Hospital Juan Bruno Zayas en unas condiciones tan deplorables que los médicos no pudieron revertir las complicaciones de salud. Llama la atención que con solo 31 años y sin grandes dolencias previas, su organismo se hubiera deteriorado en un período relativamente corto. Eso confirma las condiciones infrahumanas en las prisiones cubanas y el desprecio a la persona humana.
El Gobierno procura acallar el escándalo nacional e internacional al aducir que no se trataba de un prisionero político, sino de una persona sentenciada por violencia doméstica. El editorial en la primera página completa del periódico Granma, el 23 de enero, evidencia la fuerte repercusión de las condenas internacionales, y los insultos esgrimidos en él denotan la falta de argumentos para justificar la cruel muerte de Wilman Villar.
En realidad, Wilman participó en una protesta pacífica el 14 de noviembre en Contramaestre, Santiago de Cuba. Todos sus acompañantes en aquella ocasión fueron liberados, pero a él inmediatamente se le hizo un juicio sin garantías procesales, utilizando una acusación levantada por su suegra en julio, y que poco después anuló. No obstante, fue condenado a 4 años. ¿Si no existía, cómo podían utilizarla? Por la dependencia del sistema judicial respecto a los dictados del Gobierno a través de la Seguridad del Estado. Pero aun suponiendo que se tratara de un delito común, cabe preguntarse si los reos comunes no son seres humanos, consecuencia de las prohibiciones de todo cuanto en otros países es normal, en muchos casos llevados a delinquir por los graves problemas socio-económicos existentes, que impiden tener un salario digno o ganarse la vida honestamente en labores privadas. Por algo Cuba ocupa uno de los primeros lugares en el mundo por cantidad de reos en relación con su población.
La muerte de Wilman Villar debe ser motivo para que el Gobierno cubano modifique de raíz el sistema penitenciario. En primer lugar, debe examinar el comportamiento de cada uno de los guardianes, por lo menos sacando del sistema a quienes no tengan las condiciones humanas y morales para esa labor. Las depauperadas instalaciones y los puestos de asistencia médica deben ser remozados y equipados adecuadamente. Las autoridades deben respetar los criterios del personal sanitario. Tendrá que eliminarse el hacinamiento y garantizarse que los confinamientos correspondan con la naturaleza de los delitos y los años de condena.
Desde el punto de vista jurídico es indispensable la modificación de la Constitución y el draconiano Código Penal, la eliminación de leyes como la 88, así como tiene que garantizarse el estricto apego al ejercicio de la justicia, con independencia del poder judicial, y garantías procesales. En el caso de los prisioneros políticos, la Seguridad del Estado-Policía Política no puede continuar por encima y dictando el proceder de los organismos legales.
Los gobiernos, parlamentos, personalidades y las organizaciones internacionales de derechos humanos deben insistir con las autoridades cubanas para que cumplan sus obligaciones con las Normas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos y la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes, al igual que sus compromisos con lo establecido en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos, firmados por el Gobierno, aunque estos últimos no han sido ratificados por la Asamblea del Poder Popular.
El paso inmediato deberá ser la excarcelación de los prisioneros políticos pacíficos, calculados actualmente en torno a 60, así como una parte significativa de los comunes. El indulto a 2.900 reos por el presidente Raúl Castro a fines de 2011 resonó internacionalmente, pero resultó insignificante al haber alrededor de 60-80.000 cubanos en las horrendas mazmorras. Incluso provocó mucho malestar en ellas pues, los que quedaron entre rejas, sintieron que habían estado lastradas por componendas en los establecimiento penitenciarios. Pudiera argumentarse que quien se queda nunca estará conforme, pero la insignificancia estimula injusticias y resentimientos.
Desde entonces se espera que haya sido el comienzo de la apertura de las cárceles. Resultaría previsible que en este trimestre continuaran las excarcelaciones, empezando por los prisioneros políticos. No menos importante será la adopción de espacios en la Primera Conferencia del Partido, el 28 de enero, para que los cubanos puedan realmente expresarse libre y constructivamente. Sería el principal aporte para la reconciliación y la reconstrucción nacional por todos nosotros, los cubanos, de quienes depende el derrotero de la Patria.
La Habana
24/01/2012
Grandes obstáculos aguardan aún al pueblo cubano en el camino hacia el cambio y la reconciliación. Las mentes tienen que estar muy alertas para no tomar decisiones precipitadas, motivadas por injustos y dolorosos acontecimientos, fomentados por la crueldad humana, el apego desesperado al poder o la insensatez política. Cuando una transición puja para ocurrir, las distintas fuerzas del pasado se resisten con engañosas acciones crueles, y pretenden desvirtuar a las personas que se expresan pacíficamente, como sucedió con el asesinato del sacerdote opositor Jerzy Popieluszko en Polonia, secuestrado el 19 de octubre de 1984, torturado y asesinado por miembros de los servicios secretos con el propósito de lesionar el proceso en curso.
En Cuba esas fuerzas pretenden mantener aislado al pueblo e impedirle su desarrollo espiritual y cívico. Se sienten cómodos con un país cerrado para que su población no tenga forma de comparar y el mundo no conozca lo que sucede. La semilla que plantó el Papa Juan Pablo II en 1998 ha continuado fructificando. Los cubanos merecemos nutrirnos con la peregrinación pastoral del Papa Benedicto XVI en marzo, que también irradiará sobre todos los aspectos de la sociedad.
Wilman Villar Mendoza falleció el 19 de enero luego de una huelga de hambre en la cárcel de máxima seguridad de Aguadores en Santiago de Cuba, de donde fue llevado al Hospital Juan Bruno Zayas en unas condiciones tan deplorables que los médicos no pudieron revertir las complicaciones de salud. Llama la atención que con solo 31 años y sin grandes dolencias previas, su organismo se hubiera deteriorado en un período relativamente corto. Eso confirma las condiciones infrahumanas en las prisiones cubanas y el desprecio a la persona humana.
El Gobierno procura acallar el escándalo nacional e internacional al aducir que no se trataba de un prisionero político, sino de una persona sentenciada por violencia doméstica. El editorial en la primera página completa del periódico Granma, el 23 de enero, evidencia la fuerte repercusión de las condenas internacionales, y los insultos esgrimidos en él denotan la falta de argumentos para justificar la cruel muerte de Wilman Villar.
En realidad, Wilman participó en una protesta pacífica el 14 de noviembre en Contramaestre, Santiago de Cuba. Todos sus acompañantes en aquella ocasión fueron liberados, pero a él inmediatamente se le hizo un juicio sin garantías procesales, utilizando una acusación levantada por su suegra en julio, y que poco después anuló. No obstante, fue condenado a 4 años. ¿Si no existía, cómo podían utilizarla? Por la dependencia del sistema judicial respecto a los dictados del Gobierno a través de la Seguridad del Estado. Pero aun suponiendo que se tratara de un delito común, cabe preguntarse si los reos comunes no son seres humanos, consecuencia de las prohibiciones de todo cuanto en otros países es normal, en muchos casos llevados a delinquir por los graves problemas socio-económicos existentes, que impiden tener un salario digno o ganarse la vida honestamente en labores privadas. Por algo Cuba ocupa uno de los primeros lugares en el mundo por cantidad de reos en relación con su población.
La muerte de Wilman Villar debe ser motivo para que el Gobierno cubano modifique de raíz el sistema penitenciario. En primer lugar, debe examinar el comportamiento de cada uno de los guardianes, por lo menos sacando del sistema a quienes no tengan las condiciones humanas y morales para esa labor. Las depauperadas instalaciones y los puestos de asistencia médica deben ser remozados y equipados adecuadamente. Las autoridades deben respetar los criterios del personal sanitario. Tendrá que eliminarse el hacinamiento y garantizarse que los confinamientos correspondan con la naturaleza de los delitos y los años de condena.
Desde el punto de vista jurídico es indispensable la modificación de la Constitución y el draconiano Código Penal, la eliminación de leyes como la 88, así como tiene que garantizarse el estricto apego al ejercicio de la justicia, con independencia del poder judicial, y garantías procesales. En el caso de los prisioneros políticos, la Seguridad del Estado-Policía Política no puede continuar por encima y dictando el proceder de los organismos legales.
Los gobiernos, parlamentos, personalidades y las organizaciones internacionales de derechos humanos deben insistir con las autoridades cubanas para que cumplan sus obligaciones con las Normas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos y la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes, al igual que sus compromisos con lo establecido en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos, firmados por el Gobierno, aunque estos últimos no han sido ratificados por la Asamblea del Poder Popular.
El paso inmediato deberá ser la excarcelación de los prisioneros políticos pacíficos, calculados actualmente en torno a 60, así como una parte significativa de los comunes. El indulto a 2.900 reos por el presidente Raúl Castro a fines de 2011 resonó internacionalmente, pero resultó insignificante al haber alrededor de 60-80.000 cubanos en las horrendas mazmorras. Incluso provocó mucho malestar en ellas pues, los que quedaron entre rejas, sintieron que habían estado lastradas por componendas en los establecimiento penitenciarios. Pudiera argumentarse que quien se queda nunca estará conforme, pero la insignificancia estimula injusticias y resentimientos.
Desde entonces se espera que haya sido el comienzo de la apertura de las cárceles. Resultaría previsible que en este trimestre continuaran las excarcelaciones, empezando por los prisioneros políticos. No menos importante será la adopción de espacios en la Primera Conferencia del Partido, el 28 de enero, para que los cubanos puedan realmente expresarse libre y constructivamente. Sería el principal aporte para la reconciliación y la reconstrucción nacional por todos nosotros, los cubanos, de quienes depende el derrotero de la Patria.
lunes, 23 de enero de 2012
Desde Cuba. De Miriam Leiva y Oscar Espinosa Chepe
CONDENAMOS
LA TRAGICA MUERTE DE WILMAN VILLAR MENDOZA, PRISIONERO POLITICO
Condenamos
enérgicamente la crueldad del gobierno de Cuba que propició la muerte por
huelga de hambre de WILMAN VILLAR MENDOZA, de 31 años de edad, en demanda de la revisión de la sentencia a 4
años de cárcel, por haber participado en una protesta pacífica el 14 de noviembre de 2011 en Contramaestre y Santiago
de Cuba.
Falleció el 19 de
enero. Luego de una prolongada huelga de hambre en la prisión de alta seguridad
Aguadores de Santiago de Cuba, solo fue llevado al hospital el sábado 14 de
enero, cuando ya el deterioro de su organismo hacía imposible salvar su valiosa
vida. Recordamos tristemente que ha
seguido a la trágica muerte del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo en febrero de
2010.
Llamamos a la
comunidad internacional para que se dirija al gobierno de Cuba, a fin de que
excarcele a los prisioneros políticos pacíficos, se humanicen las condiciones
en las prisiones, cesen las represiones y se respeten los derechos humanos de
todo el pueblo. Nuestras condolencias a su esposa y sus dos pequeñas hijas.
Miriam Leiva Oscar Espinosa Chepe
Activista de
Derechos Humanos Prisionero
de conciencia condenado a 20 años en 2003, con
Periodista
Independiente Licencia extrapenal por motivo de enfermedades
LA UNION DE TRABAJADORES CUBANOS DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL Y LA CULTURA CONDENA MUERTE EN HUELGA DE HAMBRE DEL DISIDENTE WILMAN VILLAR MENDOZA Y RECLAMA LIBERACION TODOS LOS PRESOS POLITICOS.
La Unión de
Trabajadores Cubanos de la Çomunicación Social y la Cultura (UTC-CSC) lamenta
profundamente el fallecimiento en el transcurso de una huelga de hambre del
prisionero político Wilman Villar Mendoza, detenido el pasado 14 de Noviembre
mientras participaba en una protesta pacífica en la comunidad de Contramaestre,
Oriente y condenado días más tarde en juicio sumario a cuatro años de prisión.
El 25 de ese propio meses, Villar Mendoza inició una huelga de hambre en la
prisión de Aguadores, Santiago de Cuba, en reclamo de la revisión de la injusta
condena de que fue víctima, culminada con su trágica muerte el pasado 19 de
Enero.
Condenamos los
intentos del gobierno cubano de desvirtuar y eximir su responsabilidad en este
hecho así como tratar de negar la condición de disidente y preso político de
Wilman Villar Mendoza y le demandamos depurar responsabilidades por el tardío
traslado del mismo a un centro asistencial para recibir el tratamiento médico
correspondiente, a pesar de las numerosas advertencias que en ese sentido se
hicieron por parte de familiares, amigos y relacionados que fueron acogidas y
ampliamente divulgadas por la prensa internacional, provocando así la
innecesaria muerte de este joven cubano.
Condenamos
asimismo que el gobierno cubano haya militarizado el sepelio de Villar Mendoza
para impedir que sus amigos y compañeros pudieran acompañar sus restos al campo
santo, como otra nueva demostración de la intolerancia y represión que han sido
característicos del régimen durante más de medio siglo de opresión y
desconocimiento de los Derechos Humanos.
Esta nueva
muerte de un preso político en huelga de hambre se suma a la del líder
estudiantil Pedro Luis Boitel en el período inicial del presidio político
cubano y a la de otros reclusos que han muerto tras las rejas a lo largo de
este proceso en protesta por las condenas injustas y maltratos carcelarios de
que fueron víctimas hasta la que hace dos años costara la vida del disidente
Orlando Zapata Tamayo.
La UTC-CSC
reclama también del gobierno castrista la inmediata liberación de todos los
presos políticos, el cese de la represión contra los opositores pacíficos y el
respeto a la dignidad y los Derechos Humanos de todos los cubanos.
Mario
Rivadulla, Presidente.
Dr. Antonio
Llaca, Secretario de Relaciones Exteriores.
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