Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 07/05/2012
9:25 am
Bajo el engañoso título “Primer Encuentro de
Blogueros en Revolución” se efectuó en la Universidad Camilo Cienfuegos de
Matanzas una reunión de 60 propagandistas del régimen, a fin de discutir las
formas y los métodos para seguir proyectando en el mundo una distorsionada
imagen de una Cuba paradisiaca, cuando en realidad cada día se hunde más en la
crisis y la miseria.
El propósito de esas personas es la utilización
de la red de redes para, al mismo tiempo de negar la angustiosa situación
nacional, calumniar a quienes con muchas dificultades, afrontando la represión
oficial, se han convertido en las voces del pueblo cubano con sus denuncias
diarias sobre las arbitrariedades de un gobierno que ha llevado el país al
desastre.
Esos propagandistas oficiales son la
continuación de lo peor de la historia cubana. Realizan la misma sucia labor
que desarrollaban Otto Meruelo y otros despreciables personajes en los años 1950,
pagados por la tiranía batistiana. Por ello, no pueden ser calificados como
“blogueros en revolución”, al defender un régimen reaccionario dedicado a
preservar sus privilegios y poder absoluto basado en concepciones y dogmas
fracasados. Un régimen obtusamente decidido a sostener un disfuncional modelo
económico, político y social que ha conducido al país al siglo XIX, con el
predominio del uso del buey en la agricultura, carretones tirados por caballos
como transporte en las ciudades, los cocimientos de hierbas en sustitución de
la medicina moderna, fábricas auto-colapsadas con decenios de atraso
tecnológico y una generalizada descapitalización material y humana de la
sociedad cubana.
Los blogueros oficiales aprovechan para
calumniar y mentir sus privilegios de acceso a Internet, cuando al pueblo se le
niega ese derecho. Actualmente Cuba es uno de los países con menor conectividad
a la red en el mundo, según datos publicados por entidades de Naciones Unidas,
incluso por debajo de naciones tan pobres como Haití y de la subdesarrollada
África. Las negativas consecuencias no son solo políticas, sino que se está
lesionando el conocimiento científico y tecnológico, con afectaciones para el
desarrollo del país en todos los campos, en un mundo donde los mercados son
cada día más competitivos, interdependientes y selectivos.
Al mismo tiempo estos especialistas en
demagogia, engaño y doble moral, proclaman la existencia del socialismo en
Cuba, una ofensa a los millones de personas que han luchado y luchan por un mundo
mejor, con justicia social y solidaridad entre los seres humanos. En Cuba las
diferencias sociales constantemente se incrementan, en especial en detrimento
de los trabajadores, que reciben salarios de hambre y miseria, que hasta el
presidente Raúl Castro ha reconocido como insuficientes para vivir.
Los verdaderos revolucionarios en Cuba hoy son
los que buscan cambios y que todos tengamos derechos a una vida digna y en
libertad; sin persecuciones a los ciudadanos por expresar sus criterios y
prohibiciones para abrir blogs y actualizarlos. Actualmente, los blogueros
independientes tienen que soportar las calumnias de estos revolucionarios y
socialistas de utilería, en realidad verdaderos agentes policiales al servicio
de un régimen que se burló de las esperanzas de un pueblo y resultó ser una
colosal estafa.
Ese encuentro de blogueros oficialistas, junto
a otros hechos, indica que las promesas de cambio del Gobierno permanecen en un
punto muerto, semiparalizadas. El vacilante sector reformista da muestras de
estar dispuesto a hacer concesiones a quienes se oponen a las transformaciones.
En la Primera Conferencia del Partido Comunista se ratificaron las viejas
concepciones marxistas-leninistas y de exclusividad para el partido único. Más
recientemente, durante la visita del Papa Benedicto XVI, el vicepresidente
Marino Murillo afirmó que no se harán cambios políticos, lo cual coincidió con
una amplia campaña de represión en todo el país, con el encarcelamiento por
varias semanas en condiciones infrahumanas de José Daniel Ferrer, destacado
disidente pacifico, liberado con la amenaza de ser procesado y enviado a
prisión. Igualmente otro integrante del grupo de los 75 prisioneros de
conciencia condenados durante la Primavera Negra de 2003 que recibió licencia
extrapenal, Librado Linares, fue recientemente acosado y golpeado impunemente
por turbas gubernamentales frente a su vivienda.
Las causas por las cuales el ímpetu reformista
se podría estar apagando, serían varias. En primer lugar está el temor a la
evidente toma de conciencia del pueblo cubano sobre la situación nacional. A
esto se suman las preocupaciones oficiales sobre la solidez de las decisivas
subvenciones procedentes de Venezuela y un entorno internacional cada vez menos
proclive a soportar gobiernos tiránicos y totalitarios. A esto se agrega que
las tímidas e insuficientes medidas realizadas no han sacado al país de la
crisis, por el contrario se hunde más en ella. La lógica debería indicar que
ante esos acontecimientos, se acelerara la apertura, como parece estar
sucediendo en Myanmar en sentido democrático, pero en Cuba parece ocurrir lo
contrario. La actual dirección, entrampada en el pasado y con muchas
contradicciones, empujada por los elementos más reaccionarios y conservadores,
indica con sus acciones preferir el atrincheramiento y continuar sumiendo al
pueblo en la desesperación. Ojalá que este proceder finalice y que la
racionalidad y el sentido común prevalezcan en beneficio de todos.
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