Yo, Eliécer Ávila Pérez, padre de Eliecer
Avila Cicilia deseo hacer público que siendo las 9:30 am del dia 24
del presente mes se reunió conmigo el Oficial de la Seguridad del Estado,
Manuel Sosa Lozada, en el local que ocupa la oficina del administrador del
Servi CUPET Puerto Padre. A continuación resumo los aspectos más notables de la
conversación:
Comenzó diciéndome que mi hijo
Eliécer Ávila, “es un contrarevolucionario y un mercenario”, ya que “se reúne
con elementos vinculados a la Fundación Cubano Americana, pagados por el
gobierno de EE UU que reciben dinero de esta fundación para emitir criterios
opuestos al gobierno de Cuba y la revolución”. El oficial me insinúa que
existen todos los elementos sobre lo anterior. Pero que la idea es que yo
influya sobre mi hijo, para que de inmediato abandone lo que está haciendo y
deje de reunirse con estos elementos, de lo contrario no quedará otra
alternativa que proceder contra él. Y una vez que sea incluido en esta lista,
ya no tendrá libertad de movimientos como hasta ahora y tampoco podrá vivir en
La Habana porque ellos lo impedirán.
Continuó el oficial diciendo que
mi hijo convocó a todos los “cabecillas de la contrarrevolución” para denunciar
ante el mundo las detenciones que se llevaron a cabo con motivo de la visita
del papa. Medida que ellos habían tomado por la seguridad del propio Papa.
Me comunicó además que a mi hijo
le habían enviado muchos mensajes de alerta con amigos y familiares y que él no
escucha a nadie, pero que saben que a la única persona que él escucha es a mí,
de ahí la importancia de que yo “ejerza mi influencia para hacerlo
reflexionar”, ya que es muy “inmaduro y el enemigo lo manipula como quiere” y
está muy claro que su actitud responde a los intereses del gobierno de EE UU.
Me dijo además que “La Seguridad lejos de reprimirlo trata de protegerlo porque
si no ya los ciudadanos lo hubieran golpeado en la calle como lo han hecho con
otros”. El oficial reitera que lo están manipulando debido a su
gran inmadurez y al dinero que le pagan los miembros de la Fundación Cubano
Americana, también me comunicó que ellos le habían “conseguido un trabajo fijo
en DESOFT y no lo aceptó porque está muy claro que ya vive del dinero que le
paga el gobierno de EE UU a través de la oficina de intereses y de la
Fundación”.
Dijo también que si lo anterior
no era cierto, como se justificaba entonces que le hicieran tantas recargas al
celular, o un tal “Lorenzo” le mandara una laptop a través de “Cecilia”.
Cuando me tocó hablar, le dije
que mi hijo no es un comunista, pero sí es un revolucionario, que dice lo que
piensa con toda honestidad, de frente y claro, sin espacio a la duda de cuál es
su posición.
Tampoco ha llamado nunca a la
indisciplina o al desorden. Siempre ha expresado sus criterios con respeto. Por
otra parte no es cierto que hable mal de la Revolución, por el contrario, habla
muy bien a favor del pueblo y en desacuerdo con los que actúan en beneficio
propio a nombre de “la Revolución”.
Afirmé con total conocimiento:
que sus declaraciones nunca han estado condicionadas a ningún pago, lo que
ocurre es que ahora les conviene desacreditarlo ante el pueblo y por eso le
cuelgan el cartelito de “contrarevolucionario y mercenario”, acusación que no
aceptaremos nunca.
Después de discutir el asunto con
mucha fuerza el oficial me dice que a él no le interesa ni le preocupa lo que
mi hijo dice, que eso es su problema, ya tendrá que asumir las consecuencias,
lo que si no le van a permitir es que siga con su actitud, que ellos tienen
todos los medios y los elementos para actuar en cualquier momento, que hable
con él y lo convenza o “se va a meter en un
problema muy serio”.
Yo, no me había pronunciado hasta
este momento respecto a estos temas pero las amenazas actuales me obligan a
hacerlo.
Primero: yo no conozco, ni quiero
dudar de la integridad de los oficiales de la Seguridad del Estado, pero
después de conversar durante suficiente tiempo con el que me tocó estoy
convencido de que en lo fundamental miente. Y en los casos en los que dice algo
de verdad lo interpreta y manipula hasta hacer que parezcan delitos cuestiones
perfectamente normales, ardides que conozco bien por haber estado dentro del
MININT un buen número de años.
Segundo: al hombre que sí conozco
bien, porque lo vi nacer y crecer a mi lado, es a mi hijo. Del cual conozco
toda su vida y sus actividades al detalle. Y puedo afirmar que hasta hoy lo que
ha hecho, defendido o denunciado es el reflejo del sentido de justicia que en
buena parte yo mismo le he inculcado y de lo cual toda su familia nos sentimos
profundamente orgullosos.
Tercero: como padre no toleraré
en lo más mínimo que ninguna marioneta, de las tantas con que cuenta el poder
estatal para armar sus teatros, le toque un solo pelo. Si esto sucede buscaré a
los responsables hasta debajo de la tierra al costo de mi vida si es necesario.
Cuarto: tanto mi hijo, como yo,
respetamos el trabajo de cualquier autoridad cuando éste se ejerce con sentido
de la responsabilidad, en función del ciudadano y respetando sus derechos, en
estos términos estamos a su completa disposición. Pero el que orqueste un show
o pretenda sin identificación alguna, usando fuerza injustificada, violentar
nuestra integridad o nuestro domicilio, puede encontrarse perfectamente con el
filo del machete y luego no podrá reclamar nada en absoluto.
Quinto: exhorto a esas mismas
autoridades, a dedicar sus recursos y esfuerzos a encontrar los responsables de
los incontables casos de robo e incluso asesinato que tenemos pendiente en este
pequeño pueblo, donde cada vez la gente está mas desprotegida y a merced de los
malhechores, mientras el gobierno sigue invirtiendo todo nuestro dinero en
perseguir a los jóvenes que como mi hijo ejercen su derecho a participar y a
opinar sobre los ya indefendibles males permanentes de este país.
Eliecer Avila Pérez
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