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domingo, 6 de mayo de 2012

Respuesta de Eliécer Ávila ante acciones difamatorias de la Seguridad del Estado.


Por último, sólo quiero proponerles algo: hagan una mesa redonda televisada para toda Cuba y háganme mil preguntas frente al pueblo, yo se las puedo responder todas sin problemas. Y luego inviertan el catalejo, déjenme a mí preguntarle cinco a sus máximos jefes, veremos así quién puede responder y qué responde. Veremos quién está más limpio.


Escribo estas líneas aclaratorias de manera excepcional. No pretendo ocupar ni un segundo de tiempo en lo adelante a responder nada que salga de los laboratorios de la Seguridad del Estado cubana. Alterar mi infinita tranquilidad y desconcentrarme no son gustos que le daré a nadie. Prefiero ocupar mi tiempo leyendo y aprendiendo o disfrutando de las victorias de mi equipo en la Serie Nacional de béisbol. Pero resulta ya muy sospechoso los comentarios que han estado regando por mi barrio de que yo estoy preso, así como la reciente reunión con mi padre para tantear el terreno y preparar alguna jugada muy baja que no se puede tolerar. A continuación respondo a las calumnias hechas por este señor a nombre de la SE:

SE: “tu hijo es un mercenario pagado por la SINA y la FNCA”.

Yo: En mi vida jamás he tenido delante a persona alguna que se identifique como funcionario de la Oficina de Intereses ni de dicha Fundación. No conozco ningún miembro o empleado de una cosa ni la otra. Y mucho menos alguien me ha ofrecido trabajo o dinero.

La única vez que vi a la distancia de unos metros a un funcionario de la Oficina de Intereses fue en el excelente programa Estado de Sats que mi amigo Antonio Rodiles organizó para dialogar acerca del intercambio académico y cultural EE UU-Cuba. El cual está íntegramente en video a disposición del público en Internet.

SE: “tu hijo es mercenario porque se reúne con elementos terroristas.”

Yo: Señores, están abusando de la falta de lógica. Si en Cuba existen elementos terroristas: ¿qué hacen ustedes que no los han metido presos? ¿Qué actos terroristas son esos que han cometido mis amigos? Las personas allegadas a mí tienen su ficha de antecedentes tan blanca como la mía. No conozco entre ellos a delincuente alguno. Aunque es obvio que ustedes usan esos términos a diestra y siniestra con todo el que no les cae bien.

SE: “tu hijo convocó a los cabecillas contrarrevolucionarios para denunciar internacionalmente los arrestos que nosotros llevamos a cabo durante la visita del Papa”.

Yo: Ciertísimo, ahora sí dicen algo que sirva. Aunque de nuevo meten las etiquetas mal: ustedes secuestraron, escúchenlo bien, secuestraron, a Willian, músico que es casi un niño, a pastores de iglesias, al nieto de ese grande de las letras cubanas que fue Eliseo Diego, que es cineasta y no le interesaba para nada ir a ver al Papa. Y no voy a seguir con el largo listado… de muchachos normales que no son cabecillas de nada. A todos ellos su familia los buscó desesperadamente por hospitales y unidades de la PNR y nadie les dio información. Eso se llama abuso y si no quieren que el mundo y el resto de Cuba se entere, no lo hagan y ya está.

SE: “Si tu hijo no es un mercenario, como es que le recargan tanto el celular y le mandan una laptop”.

Yo: Señores, ya estamos muy grandecitos para estar jugando a esta bobería. Con estas afirmaciones y la compra de las empanadas que eran la merienda de aquel histórico Sats voy a empezar a creer que son unos inmaduros. Ustedes saben de sobra que cubanos esparcidos por todo el mundo de vez en cuando me le ponen algo al teléfono por las páginas web que ustedes han habilitado para eso y que yo me entero cuando ya lo tengo puesto. Normalmente sólo recibo la llamada típica:

“Hola Eliécer, soy ¿Fulano?, vivo en alemania y estoy 100% de acuerdo con tus ideas, ahí te puse algo para que puedas comunicarte mejor, un abrazo”

Yo sé que a ustedes les molesta como una patada que alguien se solidarice con quien piensa diferente a sus jefes, pero imagínense, si no es así, con la estafa enorme que nos imponen en los precios de las llamadas uno no podría comunicarse. ¿Por qué en vez de eso no ponen precios justos para que todos los cubanos podamos sostener un teléfono móvil que ya es normal en todas partes hace años y no con un servicio básico y atrasado como el que ustedes brindan?

La laptop de uso que tengo, que aprovecho para darle las gracias, me la mandó con pago perfectamente legal de su abusivo impuesto, Lorenzo García, que no vive en Miami y es informático igual que yo, a través de Cecilia, cuyos padres, maravillosos viejos a quienes también saludo, pude conocer en la ciudad de Santa Clara.

Ninguna de estas personas tiene que ver hasta donde yo puedo saber con nada de fundaciones u oficinas. Aunque está claro que aquí cualquiera puede ser de todo, incluso de ustedes mismos, que no escatiman en mandarme lengüilargos, perdón “agentes” pésimos en su simulación, tipos sin carácter que por una merienda o un diploma venden hasta su madre.

SE: “le conseguimos un trabajo y no lo aceptó”.

Yo: Durante más de 6 meses, después que ustedes me dejaran fuera de mi trabajo, me dediqué a ir a todos los lugares donde había alguna esperanza de reenganchar: Dirección de Mantenimiento Constructivo, Dirección de Finanzas y Precios, Agencia del Puerto del Cayo, Pre e IPI, etc….. y nadie me quiso dar trabajo gracias a ustedes. Ahora, después que yo lo digo en el programa Estado de Sats vienen con el cuento del trabajito en Desoft, para lo cual engañaron a todos mis compañeros ya que solo me iban a contratar a mí. Aclarándome desde el primer momento que el trabajo era todos los días y si llegaba tarde o me ausentaba por alguna razón podía perder lo único que anima a alguien a trabajar en eso: la estimulación en divisas.

Yo no acepto ese tipo de tratos, a mí no me manipula ni me encadena nadie.

Y por cierto, mientras yo sepa ganarme la vida por mi cuenta, como lo he tenido que hacer siempre, aún estando empleado o estudiando, no quiero saber de trabajitos que comprometan mi libertad.

SE: “nosotros lo que hemos hecho es cuidarlo porque si no ya alguien lo hubiera atacado en la calle como le han hecho a otros”.

Yo: Esto casi no merece respuesta porque al cubano de a pie que le digas esto se ríe en tu cara. Yo he viajado por todo el país invitado por gente que sirve y no cae en su chusmería. He hablado durante horas con médicos, arquitectos, artistas, profesores, deportistas, amas de casa, jóvenes estudiantes de todo tipo, militantes del PCC e incluso militares. Y jamás, alguien me ha faltado el respeto en lo más mínimo, por el contrario, la gente me expresa su respeto y a veces me muero de la pena porque no paran de llegar personas que quieren conversar conmigo y no me alcanza el tiempo, lo mismo en Coppelia, que en un campo cualquiera. Ustedes no gozan de esa satisfacción, y lo saben. Su silencio cómplice ante las crecientes necesidades del pueblo y sus actividades de represión y amenazas los están dejando solos. Pero no se preocupen, si un día perfectamente probable, ustedes no son la autoridad y son un cubano más, casi seguro ya esta sociedad habrá cambiado, madurado, progresado mentalmente, y nadie les hará lo que ustedes quieren hacer conmigo. No obstante, si quieren viajar por Cuba yo los invito, mientras anden conmigo no les faltará un plato de comida.

Señores, a no ser que ustedes los fabriquen, yo no tengo enemigos y duermo muy bien.

Por último, sólo quiero proponerles algo: hagan una mesa redonda televisada para toda Cuba y háganme mil preguntas frente al pueblo, yo se las puedo responder todas sin problemas. Y luego inviertan el catalejo, déjenme a mí preguntarle cinco a sus máximos jefes, veremos así quién puede responder y qué responde. Veremos quién está más limpio.

Eliécer Ávila Cicilia.

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