Declaramos que la libertad de expresión, el flujo amplio y tolerante de ideas y el uso libre de los medios y expresiones de la comunicación social y la cultura de todos los ciudadanos es un derecho inalienable que pertenece a todos por igual.

lunes, 5 de noviembre de 2012

OBAMA GANA




RICARDO PUERTA
PROCESO DIGITAL - HONDURAS

El martes 6 noviembre en  los Estados Unidos de América/EUA el pueblo esta votando para decidir quién será su próximo Presidente, quien una vez electo, , se convertirá en la figura central del Poder Ejecutivo, de esa nación, en su doble función de Jefe del Estado y del Gobierno .Además del Presidente, en estas elecciones elegirán también a 33 Senadores –miembros de la Cámara Alta--  y la  totalidad de los Representantes –miembros de la Cámara Baja--  así como una parte de los legisladores de cada Estado.

Los tres poderes 

A diferencia de Honduras,  con poder legislativo unicameral, el Congreso de EUA es bicameral. Esta compuesto por 2 Cámaras, una  Alta –conocida popularmente por el “Senado” -- y otra Baja, también llamada la “Cámara de Representantes”. Ambas Cámaras forman el Congreso de la nación.  Los Senadores de la Cámara Alta son electos por 6 años,  sobre una base territorial, solo 2 Senadores por cada Estado. Dicho número no puede cambiarse,  a menos que se enmiende la Constitución.  Como la nación está formada por  50 Estados, en total hay 100 Senadores, con derecho a ser re-electos, sin límite de veces. El número de Representantes, miembros de la Cámara Baja, se deciden  por una base poblacional, por distritos electorales que  cada cinco años se configuran por ley, debido a los cambios poblacionales. En el primer Congreso de la nación norteamericana, creado en 1789,  había 65 miembros de la Cámara de Representantes, representando cada uno a 30,000 ciudadanos, En la actualidad, se elige un Representante por  650.000 ciudadanos. En la elección de hoy serán electos  a 436 Representantes,  por un periodo de 2 años.

El sistema de gobierno de  EE:UU es tipo presidencialista, aún cuando  el  poder ejecutivo y el legislativo estén separados y cada uno se elige de forma independiente. La renovación del Congreso, como sucede en cada elección presidencial,  es de vital importancia, ya que determina  la capacidad de la Casa Blanca para sacar adelante sus iniciativas de gobierno.
Al presente la población total de Estado Unidos  asciende a 314 millones. 180 millones de ellos se esperan que voten en esta elección. Los votantes representan el 60% de todos los empadronados, algo más alto que el 57% logrado en la elección presidencial del 2004. Pero que aún supera el   75% de participación, como sucedió en  la presidencial del 2008. En esa elección  votaron 130 millones de electores de los  153 millones que estaban habilitados para votar. El aumento leve que se espera en esta elección, con respecto a la del 2004 se debe a que hoy el electorado norteamericano esta  muy dividido. La campaña ha estado muy reñida. Prácticamente empatada en intención de voto, cuando en los sondeos levantados de opinión, levantados por distintas firmas casi semanalmente,  se le pregunta al elector cual candidato decidiría hoy su voto. 
.La elección general para Presidente siempre se realiza el primer martes después del primer lunes de noviembre.  Y el Presidente que gane las elecciones ejercerá su cargo por un período de 4 años. Solo ser re-electo por otro un periodo adicional, por lo tanto, si gana Obama, éste sería su ultimo periodo en la Casa Blanca. 

En EUA, además de las elecciones presidenciales, el país también tiene elecciones parciales “de mitad de período”, que se celebran cada 2 años y puede ser re-electo. En dichas elecciones los estadounidenses no votan para Presidente pero eligen a los miembros de la Cámara de Representantes siempre por un período de dos años y a  la tercera parte de los senadores de Estados Unidos, pues éstos sirven períodos de seis años. En las elecciones  de medio tiempo los votantes eligen también a funcionarios para puestos de gobierno estatales o municipales.
Campaña electoral

 El 4 de abril de 2012. Barack Obama  anunció oficialmente el inicio de su campaña de reelección para el 2012, mediante un video que publicó en su página web,  titulado «It begin with us» (Empieza con nosotros).  Ese mismo día presentó los documentos requeridos para su reelección ante la Comisión Federal de Elecciones. Su contrincante Mitt Romney, ex—gobernador de Massachusetts comenzó su campaña,  unos cinco meses después, cuando fue nominado en Tampa, Florida, el 28 de agosto  del 2012 oficialmente por la Convención Nacional del Partido Republicano para que enfrentara a su candidato opositor demócrata  en las elecciones generales del 6 de noviembre.
Hasta los últimos días de la campaña el presidente Obama y el candidato republicano Romney prácticamente se encuentran empatados, captando entre el 46 y 49% de los votantes potenciales, según lo demuestran las sondeos de intención de voto,  realizados por diversas firmas encuestadoras. Esa diferencia del  3%  carece del nivel de confianza necesario para   aceptar que tal variación existe en la realidad, debido a los posibles errores ´que pudieron haberse cometido en el muestreo y medición del hecho analizado. Y esto nos lleva a aceptar que ambos candidatos gozan de igual popularidad en el voto directo popular, asumiendo que la intención de voto declarada por el entrevistado al momento de levantar la encuesta, se concretará e una forma totalmente consistente cuando el elector ejerza su sufragio el día de las elecciones.  
Así resume El Pais de España la situación de Obama al cierre de la campaña: “Enfrentado al desafío de su propia leyenda y a la más espantosa herencia de que se tiene recuerdo, Barack Obama se somete el martes a la reválida de las urnas. Lo hace en un clima político muy polarizado, que ha prolongado la incertidumbre sobre el resultado hasta el último momento, y con el saldo de una magnifica gestión, que le ha permitido –por encima de debates y estrategias, fluctuaciones y sorpresas-- hasta aquí llegar en posición de favorito. Obama mantiene ventaja en estados clave que podrían determinar el balance final de los comicios”.
Por su parte, Romney cerró su campaña en New Hampshire, uno de los estados que llevó al ex-gobernador a convertirse en candidato a la presidencia de Estados Unidos. Allí, ante una audiencia de unos 1,000 seguidores que lo siguieron con entusiasmo a pesar del frio reinante, dijo: “New Hampshire me hizo obtener la nominación republicana y New Hampshire va a hacerme ganar la Casa Blanca”. En las semanas últimas antes de New Hampshire, Romney visitó los estados de Ohio, Colorado y Iowa, críticos para lograr su victoria. 
Dinero
Hasta ahora no ha  habido en Estados Unidos una campaña electoral presidencial más cara que ésta  del 2012.  En la misma  se  ha difundido más de 1,1 millones de anuncios a lo largo y ancho de la nación. El informe de la "Wesleyan Media Project" señala que el total de mensajes publicitarios de la campaña supera en  un 40 por ciento a los realizados en el 2008.
Por ello no nos extraña que lo recaudado por ambos candidatos en dólares norteamericanos  sume en conjunto un cifra nunca antes vista: novecientos veinte y ocho millones, seiscientos treinta ocho mil, tres cientos sesenta y uno (US$ 928,638, 361). De ese total, el 61% corresponde a Obama y el 39% a Romney. Dicha suma, expresada en lempiras,  equivale a unos dieciocho mil, quinientos millones  (L. 18,500, millones), redondeando cifras. 
Veamos lo que eso significa en términos de  realidades hondureñas conocidas. El total recaudado en la campaña presidencial del 2012,   representa la quinta parte (21%) de toda la deuda externa de Honduras, país altamente endeudado – que en acumulado asciende a 4,449 millones de  dólares  hasta el primer semestre de 2012. – sumando la deuda privada con la pública.   Equivale  además al  64% del valor total en dólares del café exportado por Honduras en el 2012, hasta ahora considerado nuestro año record en la historia de ese rubro. Otro referente y más popular: Como el actual salario mínimo mensual en Honduras por  Ley asciende a unos 5.500 lempiras (unos 289 dólares),  lo recaudado en la campaña presidencial estadounidense es igual a todos los ingresos que recibirían mil trabajadores hondureños por los próximos  26 años seguidos –9,490 días--, sin dejar de trabajar ningún día.
Pero no sólo interesa el monto total recaudado por candidato, también hace la diferencia qué tipo de contribuyente o simpatizante que lo hace. Y aquí encontramos diferencias significativas. En el caso de Romney, sus fondos proceden, en su mayoría, de grandes donantes.  Sólo un 27% del dinero que le llegó, por ejemplo en julio (2012).   venía de envíos de 250 dólares o menos. En abril, Romney se pusó como objetivo un monto total de recaudación que no logró al final de la campaña. Intentaba recaudar unos 800 millones de dólares al llegar al día de la elección y escasamente logro levantar  la mitad de lo planeado. 
Antes de lograr el voto ciudadano, los candidatos a la Presidencia deben probar su competencia en lograr quién se gana la simpatía del denominado “1%”, o sea, “los pistudos” o élite económica que dona dinero a la campaña. Según expertos en levantamiento de fondos, donar fondos para la campaña presidencial esta lejos de ser un gesto sólo altruista, sino que se busca también “cultivar” conexiones y acceso para cual el candidato llegue a la Casa Blanca. Al efecto se reveló que los 8 máximos patrocinadores de Romney son financieras de Wall Street, entre ellas Goldman, empresa de triste recuerdo en los contribuyentes norteamericanos. Mientras que en este aspecto, Obama se cuida mas.  Ha logrado el apoyo financiero de conocidas empresas del mundo de la  informática,  como Microfoft y Google y de figuras conocidas del mundo artístico. Un análisis hecho sobre este tema por  CNN, el canal mundial de noticia, informa que  la Comisión Federal Electoral reveló que más de una docena de las celebridades más importantes usaban su fama y fortuna en beneficio de ambos candidatos, y que Hollywood se manifestaba mayormente por Obama.
Pero más allá de las cifras totales y de quiénes las donaron , existen tambien diferencias significativas entre los dos candidatos sobre cómo manejan las maquinarias generadoras de fondos,  sin duda,  perfectamente engrasadas. Y en las mismas encontramos  la proporción que cada candidato tiene en el monto total recaudado que proviene de pequeñas y grandes donaciones. Mientras el 37,3% del dinero recaudado por Obama en la campaña hasta finales de agosto procedía de pequeñas contribuciones, en Romney el porcentaje era el 16,6%.

La recaudación lograda por el equipo de Obama en setiembre pasado fue de 181 millones de dólares. Lo recaudado provino de 1.8 millón de donantes y  supone el monto más alto logrado en un solo mes por un equipo de campaña en lo que va del 2012, aunque no es la más alta obtenida porque en septiembre del  2008 el equipo de entonces captó 193 millones de dólares. Y cuando esto se divulgaba,  Romney,  todavía no divulgaba  lo recaudado el mes pasado,  sabiendo ya la opinión pública que las donaciones recibas ese mes por el candidato republicano provenían mayormente de los  "SuperPAC", los comités de campaña llamados independientes, que son financiados por empresas y donantes ricos que no tienen techo en sus gastos.


Por su parte, el equipo de Obama, que en 2008 ya había demostrado ser el que más dinero recaudó en la historia electoral de EE UU, en esta campaña del 2012 no dejó de usar sus técnicas y estrategias ya probadas. Un ejemplo: en  2008  dicho equipo se destacó por el uso efectivo de las redes sociales cuyos operadores eran en gan parte trabajadores voluntarios, mayormente estudiantes y  jóvenes universitarios. Ellos fueron los primeros en aceptar donaciones,  a través de mensajes de texto enviados desde teléfonos celulares, donde los simpatizantes podían enviar hasta un máximo  de 50 dólares diarios. El tope por donante ascendía a 200 dólares mensuales. Esta  práctica también se hizo efectiva en esta campaña.

Estados claves
Según las encuestas de opinión son claves aquellos Estados de la Unión Americana en que a  causa de las  actividades de la campaña --  la intención voto de la población electoral ha fluctuado con diferencias significativas, moviéndose a favor o en contra de un candidato. Sin duda, fueron los  3 debates televisivos –realizados todos en el mes de octubre los días  3, 16 y 30. Cada debate obtuvo una audiencia estimada en 60 millones de televidentes y fueron tales  actividades, con  sus coberturas,  las que más influyeron para provocar cambios de participación en las elecciones e intención de voto en el electorado norteamericano. 
Los analistas consideran claves en suma 10: Florida, Carolina del Norte, Virginia, Nuevo Hampshire, Ohio, Iowa, Colorado, Nevada, Wisconsin y Miichigan --que analizaremos brevemente a continuación. Los 40 restantes estados de la Unión han permanecido estables en intención de voto, quedándose indecisos, con ventaja por Romney o por Obama.   
De acuerdo al periodista Alberto  Fernández de Televisión Española --tve.es—, en un artículo titulado “Obama y Romney reviven la pesadilla de 2000”, analiza  9  de esos 10 Estados –dejando por fuera Michigan que yo comentaré aparte) y los divide 3 categorías de distinto nivel estratégico,  según las peculiaridades de cada Estado: 1) los imprescindibles,   2) Los necesarios  y 3) los complementarios. Desgraciadamente, Fernández deja al entendimiento del lector qué significa cada categoría y por eso he tomado la libertad de agregarle la definición, usando el  Diccionario de la Real Academia. 
El número que aparece en paréntesis después del nombre del estado se refiere al número de Electores con que cuenta ese estado en el Colegio Electoral. 
Los imprescindibles  (tienen que lograrse)

Ohio (18), el espejo de EE.UU.
Los ganadores en las últimas doce elecciones han vencido en ese estado clave para llegar a la Casa Blanca. Representante clásico del estado industrial en decadencia con mayoría blanca (los llamados votantes de cuello azul) en estos comicios se inclina más por Obama por su plan de rescate a la automoción, que le ha hecho capear la crisis financiera mejor que otros territorios. (La última encuesta en Ohio muestra a Obama superando a Romney  52% contra 44%  entre los  “indecisos” o aquellos que probablemente voten en la elección).

Florida (29), la bala de plata
Con sus 29 votos electorales, si Obama vence en este estado complejo (norte blanco y protestante; sur con la mayor población latina del país) puede darse casi por ganador. Por eso, Romney celebró aquí su convención, consciente de que los latinos no cubanos y los jubilados con la sanidad pública de Medicare pueden desequilibrar el estado en favor de los demócratas. 

Virginia (13) , la reina del sur
Fue demócrata hasta los 60, cuando la lucha por los derechos civiles alienó a los demócratas conservadores e hizo que el estado se convirtiese en republicano. Obama rompió la tendencia en 2008 gracias a la llegada al norte del estado de población procedente de la capital, Washington D.C.. Este electorado además es hostil a los recortes en el estado federal que proclama Romney por motivos evidentes.

Los necesarios (convendría lograrlos)

Wisconsin (10), la tierra de Paul Ryan
Conocido como el 'estado del tejón', hasta ahora era considerado territorio demócrata (aunque por poco margen) pero la exitosa campaña del gobernador, Scott Walker, contra los sindicatos, que superó un voto de censura, y la elección de Paul Ryan --congresista procedente de este estado, como vicepresidente de Romney-- ha vuelto a ponerlo en juego para los republicanos.

Carolina del Norte (15), la batalla inesperada del sur
Si Romney celebró su convención en Florida para no perder ese estado, Obama hizo lo mismo en Carolina del Norte, uno de sus mayores éxitos en 2008. Habitual bastión republicano del tradicional sur del país, el aumento de la población latina y el peso de la afroamericana han equilibrado la contienda, aunque una derrota de Romney anticiparía probablemente la del resto del país.

Colorado (9), el laboratorio del oeste
Tras votar a los republicanos en nueve elecciones consecutivas, Colorado optó por amplia mayoría por Obama,  en un clásico ejemplo de los retos a los que los republicanos se enfrentan en el futuro: la irrupción de una población latina que, unida a jóvenes e independientes, pone en juego sus estados seguros.

Los complementarios (que viene a rellenar, quizás sin llegar a hacer diferencia en el total de Electores)

Iowa (6), el principio y el fin
Este estado agrícola del centro de EE.UU. tiene un peso en las elecciones que no se corresponde con su pequeña población. Su secreto: que las primarias comienzan aquí. Por eso, Obama guarda un recuerdo especial de esta cita, donde empezó su victoria contra Clinton. Sin embargo, Romney debe ganar aquí si pierde uno de los estados imprescindibles.

Nevada (6), el estado de la crisis
Con una población hispana muy importante y tras un gran apoyo en 2008, Nevada sería la ruta fácil para una victoria de Obama con Ohio y Wisconsin, pero la economía se lo impide. Este estado tiene la mayor tasa de paro y de desahucios, además de una población mormona ansiosa de votar a su compañero de confesión Romney.

Nuevo Hampshire (4), la isla independiente del nordeste
El llamado 'estado del granito' puede ser la sorpresa de Romney, que veranea allí, en el nordeste demócrata dado su alergia a la intervención del estado y a los impuestos. En su contra: se trata de un estado liberal como sus vecinos, lo que no cuadra con el actual giro a la derecha del Partido Republicano.
Michigan (16), no mencionado por Fernández  (autor de los comentarios anteriores por Estado) 
Junto con Ohio es el otro estado asociado con la industria automovilística norteamericana. El padre de Romney, George Wilckeny (1907-1995), fue Gobernador  de Michigan (1963 – 1969) y también  Presidente de la American Motors, cargo que desempeño con mucho éxito (1954-1962). Desde 1979, ña industria del automóvil se ha reducido a casi a la mitad de lo que era antes. En la elección del 2008, Obama ganó Michigan por un amplio margen. En los primeros años de su Administración sacó de la quiebra a la industria que sigue  recuperándose, siendo ya rentable, aunque a niveles bajos. A pesar de ello, la ventaja que obtuvo el Presidente al principio, --según  los sondeos realizados después de cada  debate presidencial--  han mermado en forma contínua, al punto de considerarse hoy un estado indeciso, por el estrecho margen que aún Obama le aventaja a Romney, A  mi entender este Estado podría ser clasificado de  “necesario” --- junto a Wisconsin, Carolina del Norte y Colorado--  aplicando las categorías establecidas por Fernández. 
Analizando en conjunto los 10 estados anteriores, vemos que sus rangos fluctúan en elnúmero de Electores por Estado:  29 --el superior-- y 4 --el inferior. Los  10 Estados de la Unión, tienen  realmente poblaciones de tamaño  medio o poca, pues ninguno se encuentra al nivel de California o Nueva York, cada uno de ellos con 55 y 29 electores respectivamente.
 Analizados por  estrato, aplicando las categorías sugeridas por Fernández, cada estrato  cuenta con promedios diferentes  entre ellos.   Los 3 “imprescindibles”,   un promedio de 20,  los 4 “necesarios” de 10, y los 3 “complementarios” de 5 Electores por estrato.     

 Elecciones presidenciales estadounidenses     
La nación norteamericana se rige por un gobierno federal  cuyas autoridades son electas a tres niveles: federal (nacional), estatal y municipal (también conocidas por locales, de condado o condal). El sistema vigente para elegir al Presidente combina prácticas directas de votación popular con prácticas indirectas a través de representantes de los electores.  En cada elección presidencial como la presente, el elector  vota directamente a nivel nacional,  desde su Estado, por  el Jefe de Estado, el Presidente. Esos votos se conocen como “los votos de elección popular” a favor del candidato seleccionado. Pero esos votos son indicativos pero todavía no eligen al Presidente. Sino que la elección del Presidente la hacen Electores del Colegio Electoral, El candidato presidencial que se convierte en ganador necesita un total de 270 votos electorales para ser oficialmente electo.

Y ahora viene la parte más propia, difícil de entender y con frecuencia insospechada en el sistema de elección del Presidente de Estados Unidos: la entidad del Colegio Electoral. En los Estados Unidos no se elige al Presidente por el voto directo de los electores --como en los sistemas presidencialistas, ni como al Primer Ministro, en los sistemas parlamentarios por el voto del Congreso-- sino mediante el voto de los representantes o compromisarios de los estados, quienes son electos para ese fin.

El Colegio Electoral como institución, ya cuenta con tres siglos de establecida en los Estados Unidos. Nació con los fundadores y padres de la nación y de la Constitución norteamericanas: los “Foundings Fathers” (Los Padres de Fundadores de la Patria). Ellos prefirieron  este sistema indirecto --al directo--  de elección popular. Debido en esos años era difícil viajar y en el país no existía ningún partido de cobertura nacional. Crearon la esta institución porque temían que los líderes y caciques políticos locales –de base estatal, regional y municipal— dividieran tanto el voto presidencial que se sería imposible lograr un consenso nacional. 

Si bien hoy en día las razones iniciales que justificaron su creación ya no existen, la entidad del Colegio Electoral sigue vigente y es el medio decisorio para elegir al  Presidente de la nación. Esa vigencia nos permite afirmar  que constituye un orgullo para la democracia americana. Dejando pendiente las criticas que expresaremos después, sin duda esa entidad ha producido  estabilidad y continuidad democrática, y a su vez ha garantizando la unidad en la nación que esta formada por una de las sociedad más diversas del mundo,  en el sentido etno-demográfico. No previene, sin embargo, que dicha  institución sea  incomprensible para extraños, y me atrevería a afirmar confusa y hasta desconocida para muchos electores norteamericanos, los mismos hoy ejercen  su derecho al voto para elegir a su próximo Presiente.  

Para evitar imprecisiones y malos entendidos,  me limitaré a copiar textualmente la respuesta que da al lector la enciclopedia digital Wikipedia cuando se le pregunta ¿cómo se elige el Presidente de los  Estados Unidos? 
“El presidente de Estados Unidos se elige por una asamblea formada por 538 electores. Esta cifra es igual a la suma de 100 senadores + 435 congresistas + 3 delegados de Washington D.C.  que no tiene senadores pero sí delegados. Cada estado contribuye con un bloque de estos delegados o compromisarios, cuyo número es igual a la suma de sus representantes más sus senadores o delegados.
En las papeletas, cada candidato a presidente lleva adjunto el nombre de su vicepresidente y el partido político al que pertenece. Pero estos votos no eligen de momento al presidente, sino que eligen en bloque a los compromisarios de esta opción política que irán después al colegio electoral. Como hay 538 compromisarios en total, un candidato necesita al menos 270 para ser elegido. Lo que se traduce en la mitad de esos 538 o sea 269 + 1 = 270 compromisarios para ser elegido presidente de los Estados Unidos”.

    Figura 1: Votos  Electorales por  Estado. Elección presidencial 2012
pastedGraphic.pdf

Procedimiento de votación
Cuando un ciudadano vota por su candidato a presidente, esta persona está realmente votando para instruir al elector de su estado hacia dónde debe ser dirigido su voto en el Colegio Electoral. Por ejemplo, si un ciudadano deposita su papeleta por el candidato del partido republicano, realmente esta persona está ordenando al "elector" de su estado para que vote por ese candidato en la reunión de electores en el Colegio Electoral, lo mismo en el caso demócrata. O lo que es lo mismo, quien gane el voto popular en un determinado estado, conseguirá el respaldo de "los electores" y, por tanto, los votos estatales a ese candidato y su partido.
De darse el caso de que ninguno de los candidatos obtenga más de 270 votos electorales, la Duodécima Enmienda de la Constitución entra a a regir y el Congreso decide quien será el nuevo presidente. La combinación de congresistas de cada estado tiene derecho a un voto por estado y una mayoría simple de estados da un ganador.
Esta situación se ha presentado dos veces en la historia norteamericana. La primera se dio en 1801: fue elegido presidente Thomas Jefferson. La segunda se produjo en 1825 cuando fue elegido presidente John Quincy Adams.
Cabe destacar que el día de las elecciones, al ocultarse el sol en California, algún canal de televisión ya ha declarado a un candidato ganador, a medianoche ya ha proclamado su victoria y el perdedor ha concedido su derrota. Pero no será hasta el primer lunes, después del segundo miércoles de diciembre,  cuando los electores del Colegio Electoral se reúnen en sus respectivas capitales de estado y emitan sus votos. Sólo entonces comenzará la legislatura de los nuevos presidente y vicepresidente.
¿Por qué existe esa demora entre la fecha de las elecciones y las reuniones del Colegio Electoral?
 Para encontrar una explicación, hay que hacer historia y regresar a los años 1800. En esa época, tomaba más tiempo contar el voto popular y también demoraban más los electores en llegar a la capital del estado. Hoy en día ese tiempo se utiliza para presentar una reclamación por violación del código electoral, si la hubiera, y para reconteos de votos.
Críticas
Los críticos del sistema de votos electorales enfatizan el hecho de que aún perdiendo las elecciones populares, un candidato podría  obtener 270 votos y, por tanto, convertirse en presidente por la votación del Colegio Electoral. Teóricamente, un candidato puede perder en 39 de los 50 estados, en los que no obtiene ni un solo voto de los ciudadanos, y sin embargo, convertirse en presidente al ganar el voto popular en el Distrito de Columbia y en los siguientes 11 estados:
California: 55, Texas: 38, Nueva York: 29, Florida: 29, Pensilvania 20, Illinois: 20, Ohio: 18, Michigan: 16, Georgia: 16, Nueva Jersey: 14, Washington: 12 y Distrito de Columbiia: 3 (en negrita el número de Electores o de Votos Compromisarios en ese Estado)
Este caso   –cuando candidato presidencial pierde  la elección aún habiendo ganado el voto popular— ha sucedido 3 veces en la historia electoral de Estados Unidos – en 1876, 1878 y 2000. 
A continuación describo el caso de noviembre 2,000 –el más cercano y quizás contemporáneo a nuestro época--  cuando los candidatos a la presidencia de Estados Unidos eran Al Gore, por el Partido Demócrata,  y George W. Bush por el Partido Republicano. Al extremo que  el candidato que ganó más votos en esas elecciones, Al Gore,   no fue electo, porque su  Bush, su oponente, recibió más votos de los Electores del Colegio Electoral. Lo sucedido  levantó muchas sospechas de fraude electoral, aun dentro de Estados Unidos, incertidumbre que duró más de una  semana y estuvo hasta reflejada en las fluctuaciones de la Bolsa de Wall Street. El dilema se resolvió por vía judicial, después de una ardua batalla de abogado y jueces, que finalmente aclaró quien resultó ser el Presidente de los Estados Unidos de esa contienda electoral. 
Y para ser preciso,  copio un texto originado  y traducido por la enciclopedia Wikipedia,  una fuente digital con reconocimiento mundial:
“En 2000, el total de votos electorales era (como hoy)  de 538, por tanto era necesario obtener 270 para ganar. El candidato republicano, George W. Bush, alcanzó los 50.456.002 votos populares y 271 votos electorales, suficientes para ganar la presidencia. El demócrata, Al Gore, obtuvo el favor popular, 50.999.897 votos, pero obtuvo sólo 266 votos electorales. En estas elecciones, la disputa se centró en el Estado de Florida.  En la misma jornada de los comicios, Al Gore, que previamente había reconocido su derrota y había llamado al candidato republicano para felicitarlo, rectificó al conocer nuevos datos y se adjudicó los votos electorales de dicho Estado. En aquel momento, gobernaba Florida  Jeb  Bush,l hermano del candidato republicano. Asimismo, decidió sobre la cuestión una Corte Suprema  --de ese Estado--  mayoritariamente conservadora”.   
  
ENTREVISTA DE CIERRE CON EL PRONOSTICO

Para sintetizar y clarificar lo antes expuesto, y saber qué candidato la elección presidencial de hoy,   por vía del sistema SKYPE  he entrevistado a  Joaquín Pérez  Rodríguez,  Consultor y Asesor de procesos  electorales en Estados Unidos, México y Venezuela. Es además Profesor de Campañas Electorales en la Universidad Central de Venezuela.

Pregunta: Joaquín, podrías explicarnos,  en pocas y sencillas palabras.... ¿cómo se elige un presidente en los Estados Unidos?

En nuestros países la elección presidencial se realiza por votación directa. El candidato que más votos saca a nivel nacional, es el ganador.  En los Estados Unidos  el voto popular sirve para determinar el ganador de cada estado. Y después cada estado produce un número de delegados que son los Electores que eligen al Presidente en definitiva.

P: ¿Cuántos delegados tiene cada estado?
Depende de la población.  Mientras más poblado sea un estado, más delegados tiene y cuenta con más posibilidades de contribuir al triunfo de un candidato. Y el tamaño de la población se establece mediante el censo nacional que se realiza cada diez años. El último censo se realizó en el 2010.

P: ¿Cuántos son los delegados totales y cómo se determina ese total?
Son tantos como senadores y representantes se elijan, es decir 538 delegados, más los 3 delegados por el Distrito de Columbia/D.C., que es donde se ubica Washington, la capital de la nación.  Para ser electo presidente de los Estados Unidos, un candidato debe sacar más de 270 delegados, que es la mitad más uno de 541.

P:: ¿Por qué los partidos no hacen campañas en todos los estados?
Porque hay estados que tradicionalmente no cambian de filiación política.  California ha sido y será, hasta ahora, demócrata.  Texas, republicano. Por eso los candidatos concentran su campaña en estados que cambian de “signo partidista” de elección en elección – general o en las parciales--  como Ohio, Florida, Iowa.

P: Sé que llevas  días analizando los resultados de sondeos que expresan la intención de voto del elector norteamericano, en base a tus investigaciones, resultados y conclusiones.... ¿Quién ganará estas elecciones?
Al parecer  el Presidente Obama lleva las de ganar.  Todas las encuestas nos indican que, en promedio, debe ganar el voto popular por un margen muy pequeño.  Pero eso no afecta el voto electoral por delegados --también conocido por “el voto compromisario” de los estados.  En esa contabilidad, al día de hoy, el Presidente Obama  tiene 290 votos, mientras que el candidato Romney tiene 248.

P: ¿Puede un candidato ganar el voto popular y perder las elecciones?
Por supuesto que sí.  Al Gore le sacó una ventaja a Bush de más de 400,000 votos en toda la nación, pero perdió en el voto de delegados cuando Bush lo superó en la Florida por 537 votos populares,  y por esa diferencia logró 5 delegados más,  que al votar por Bush éste ganó la elección presidencial: 271 delegados de Bush  contra 266 de Gore

No hay comentarios:

Publicar un comentario